Además de elegir entre Kamala Harris y Donald Trump para ser el nuevo presidente de EEUU, hoy se someten a voto más de un centenar de medidas legislativas, así como la renovación del Congreso y un tercio del Senado. Entre los temas que se someten a votación a nivel estatal destaca el derecho al aborto, que quedó recientemente en manos de los estados y no a nivel federal. Los votantes serán preguntados sobre la descriminalización de la marihuana, sobre asuntos económicos y migratorios, e incluso sobre la reforma de las leyes electorales.
Las papeletas en EEUU recogen esta larga lista de opciones que puede resultar abrumadora para algunos votantes pero que permite el ejercicio de una suerte de mútiples pequeños referendos que tienen impacto a nivel de cada estado, o incluso al nivel más local. Por eso se aprovechan las citas electorales, que están muy fijadas de antemano cada dos años (contando con las elecciones de medio mandato entre las presidenciales).
Aborto y marihuana
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El derecho al aborto está en la papeleta de 10 estados, incluidos en los disputados Arizona y Nevada, ambos estados bisagra que podrían acabar de decantar la balanza entre Harris y Trump. Ambos candidatos han hecho campaña a favor (los demócratas) y en contra (republicanos) en una elección muy marcada por la brecha de género después de que el Tribunal Supremos revocara la protección a nivel federal del derecho al aborto, dejándola en manos de las regulaciones de cada estado lo que a la práctica se ha traducido en prohibiciones casi sin excepciones en los estados gobernados por republicanos.
También ha sido suficientemente polémico como para acabar apareciendo en la papeleta la descriminalización de la marihuana que puso en marcha el presidente Joe Biden, que dista de la legalización de esta sustancia pero que relaja la persecución del uso médico y da flexibilidad a laboratorios farmacéuticos para investigar sus propiedades y consecuencias relaes, sobre las que el sector médico destaca que existe más especulación que evidencia. Esto se votará en cuatro estados: Florida, Nebraska, Dakota del Norte y Dakota del Sur.
Distracción electoral
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Estos comicios también están siendo utilizados como máscara bajo la que mermar la credibilidad en el proceso electoral y sembrar miedo sobre teorías conspiranoicas. Según el Centro de Estrategia de Iniciativas Electorales de EEUU, en las papeletas figuran “39 medidas relacionadas con la democracia, las elecciones y los procedimientos de votación“, algo totalmente inusual y que responde a los esfuerzos de grupos de interés alineados con los republicanos al servicio de lo que Donald Trump ha llamado “el gran robo electoral” con el que sigue negándose a aceptar su derrota ante el presidente Biden hace cuatro años.
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Por ejemplo, ocho estados — Idaho, Iowa, Kentucky, Missouri, Carolina del Norte, Oklahoma, Carolina del Sur y Wisconsin — someten a votación enmiendas constitucionales estatales sobre cómo solo los ciudadanos estadounidenses pueden votar en las elecciones de esos estados. Por supuesto, siempre ha sido ilegal que los no ciudadanos voten en ningunas elecciones. Por eso, expertos electorales advierten de que estas medidas solo responden al objetivo de erosionar la credibilidad en el sistema y preparar el terreno para no aceptar un resultado desfavorable para Trump.