Aunque a veces no se perciba en los bares, fiestas o conciertos, las adicciones están, poco a poco, disminuyendo entre la población española. La encuesta oficial sobre alcohol y otras drogas EDADES 2024, presentada este martes, muestra que el consumo diario de tabaco ha experimentado un descenso importante en los últimos dos años, de 8,9 puntos en hombres y de 5,7 puntos en mujeres. En la actualidad, fuman a diario el 28,9% de los hombres y el 22,6% de las mujeres (25% ambos sexos), el mínimo histórico recogido en un sondeo que el Ministerio de Sanidad realiza, cada dos años, en la población de entre 15 y 64 años desde 1995.
Sin embargo, el estudio muestra que el consumo de cigarrillos electrónicos se ha triplicado desde el 2015, de un 6,8% a un 19% de personas que lo han probado alguna vez en la vida, lo que indica, según el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, que los “jóvenes se están iniciando en el consumo con las nuevas formas asociadas al tacaco”. Aunque, afortunadamente, la mitad consumen vapeadores sin nicotina. Pero el estudio demuestra que los nuevos dispositivos no se usan, mayoritariamente, para abandonar el tabaco tradicional, lo que supone, “una enmienda a una parte del argumentario de las patronales” en defensa de estos productos, según Padilla.
Ante ello, el secretario de Estado ha defendido la necesidad de endurecer la ley para equiparar los cigarrillos electrónicos a los tradicionales y ha atribuido parte del descenso en el consumo de tabaco convencional precisamente al “debate público y mediático” que se ha generado desde que el equipo de Mónica García, al llegar al Ministerio de Sanidad, anunció su intención de restringir los nuevos dispositivos y aumentar los espacios libres de humo.
Asimismo, el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, ha atribuido el histórico descenso en el consumo de tabaco diario a varias razones, entre ellas el “azar, a las tendencias de fondo que operan [en referencia a la reducción en los últimos años en el conjunto de sustancias adictivas]and the largest population a foreignercome from smoking habits that are not common and men among women.” In addition, representatives of the National Drug Plan have a list of the number of smokers who say that they are “positive and suggestive” that they are among the most awareness social, sobre todo entre les jóvenes, de los harmful effects del tobacco en la salud.
El alcohol
El estudio muestra, por el contrario, cierta estabilidad en el consumo de alcohol, que es muy alto: 7 de cada 10 personas de entre 15 y 64 años admite que ha consumido bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses. No obstante, empiezan a surgir datos que muestran “la posibilidad de cambios culturales” en la percepción del riesgo, como un descenso tanto en las borracheras como en la práctica del botellón, según ha destacado el secretario de Estado. Así, en 2024 un 14,7% de la población encuestada confiesa haberse emborrachado, frente a un 16,7% en 2022.
Estos datos, junto con incremento de la población que percibe cierto tipo de alcohol como consumo de riesgo y una disminución en el porcentaje que considera saludable tomar alguna bebida con las comidas “alientan a pensar que hay que incidir con más fuerza en políticas preventivas”. “Tenemos una sociedad concienciada en términos de conocimiento, pero hay que ir más allá, no basta con informar, son necesarios elementos regulatorios“, ha subrayado Padilla, en referencia al plan antitabaco y al anteproyecto de ley de prevención del consumo en menores, que “pronto verá la luz”.
El cannabis
A continuación, tras el alcohol y el tabaco, la droga más consumida es el cannabis, que toma un 12,6% de la población española, muy cerca de los hipnosedantes (fármacos para dormir o calmar la ansiedad), que toman otro 12%. No obstante, son medias, puesto que la ingesta de sustancias con potencial adictivo es mayor entre los 15 y los 34 años, salvo los hipnosedantes y analgésicos, de los que se abusa más a partir de los 35 años.
En cuanto a las diferencias por sexo, la encuesta confirma un mayor consumo entre los hombres, excepto de nuevo de los hipnosedantes y los analgésicos opioides, más consumidos por mujeres. Además, la población femenina tiene mayor percepción del riesgo, sobre todo de las sustancias ilegales.
[–>
En este ámbito, destaca que la población española percibe que fumar cigarrillos electrónicos o cannabis es mucho menos peligroso que el tabaco convencional, y la mitad de los encuestados cree que tomar cinco o seis cañas o copas el fin de semana no causa problemas.