Si les dan a elegir, más del 82% de los funcionarios prefieren un seguro de salud privado frente a la cobertura sanitaria pública. Una atención sanitaria que ahora está en peligro y que está generando enorme inquietud. ¿El motivo?. La decisión de las tres aseguradoras que forman parte del actual concierto –DKV, Asisa y Adeslas– de Muface, que ahora finaliza, de abandonar el modelo por considerar que la subida de la prima que les ofrece el Gobierno no es suficiente. Una situación muy complicada que deja a 1,5 millones de personas en un clima de total incertidumbre y sin saber si pasarán a la sanidad pública.

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