Buenas noticias, otra vez, en relación con la calidad del aire en Madrid. La capital registró en octubre un nuevo mínimo histórico en los niveles de dióxido de nitrógeno, el principal dato que se tiene como referencia para medir la contaminación atmosférica. El valor límite anual de NO2 cayó por debajo de 28 microgramos por metro cúbico de aire, que fue el que se computó en la estación de medición de Plaza Elíptica, el más alto de las 24 que hay repartidas por la ciudad. El más bajo, 11 microgramos por metro cúbico, se observó en la de El Pardo.
Las 24 estaciones marcaron datos por debajo de los 40 microgramos de NO2 por metro cúbico, el límite que establece la directiva europea de calidad del aire. Con la cifra registrada, es previsible que Madrid cumpla en 2024 por tercer año consecutivo con la normativa que marca Bruselas.
La capital, sin embargo, tendrá que esforzarse para seguir ajustándose a los requisitos comunitarios para 2030. El pasado abril, el Parlamento Europeo rebajó a la mitad los límites de NO2 tolerados a partir de ese año. Actualmente, la mayoría de estaciones, un total de 14, están por encima de los 20 microgramos y una más, la de Castellana, está justo ahí.
En cualquier caso, los datos de octubre muestran una tendencia notable en la mejora de la calidad ambiental de la ciudad. El promedio de reducción de los valores de NO2 de 2019 a 2024 es del 39,2%, con descensos por encima del 50% en varias estaciones. En ese periodo, las mediciones en Plaza Elíptica, el punto donde históricamente se han dado los niveles de contaminación han bajado de los 55 microgramos de hace cinco años a los 28 actuales, un 49% menos.
“Esto es gracias a una política de sostenibilidad, Madrid 360, que es integral y global, que pretende combatir todas las fuentes de emisiones, pero también llegar a todos y cada uno de los barrios y distritos de nuestra ciudad”, asegura el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio madrileño, Borja Carabante.
Pendientes de los tribunales
Lo afirma, además, cuando una de las medidas clave de esa estrategia, el establecimiento de zonas de bajas emisiones (ZBE) por las que no pueden circular vehículos sin distintivo medioambiental, ha sido tumbada por la justicia. El pasado septiembre, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) anuló las modificaciones a la Ordenanza de Movilidad Sostenible que delimitaban estas ZBE, contra las que Vox había presentado un recurso.
El Ayuntamiento trabaja en la reforma de sus ordenanzas para mantener las Zonas de Bajas Emisiones mientras se resuelven los recursos
En su sentencia, el TSJM argumentaba, entre otras razones, la “manifiesta insuficiencia” de la memoria de impacto económico previo a la aprobación de la ordenanza. El Ayuntamiento recurrió el fallo, por lo que, en tanto no sea firme, las restricciones al tráfico en las ZBE siguen vigentes.
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Además, Cibeles ha anunciado que, mientras se espera la decisión final de los tribunales, trabaja en una nueva reforma de la ordenanza que permita mantener las ZBE, no ya por su probada eficacia en la reducción de emisiones contaminantes, sino porque son una obligación legal. La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética recoge la obligación de establecerlas para municipios de más de 50.000 habitantes.