Los próximos meses serán absolutamente decisivos para el futuro de Frenkie de Jong. El centrocampista neerlandés, ya recuperado de la lesión de tobillo que le apartó casi medio año de los terrenos de juego, está en vías de recuperar su mejor versión y luchar por la titularidad en el FC Barcelona de Hansi Flick. El extraordinario rendimiento de Marc Casadó, Pedri y Dani Olmo y el regreso de Gavi no se lo pondrán nada fácil. En absoluto.
Todo ello con un futuro muy incierto. Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2026, por lo que el próximo verano el club abordará su ‘carpeta’ para evitar que se marche con la carta de libertad. No es ningún secreto que la dirección deportiva culé lleva mucho tiempo intentando diferir su elevado sueldo sin éxito. Hasta el presente curso había sido indiscutible a nivel deportivo, pero ahora mismo la competencia en la medular es feroz.
Mientras la situación profesional necesita tiempo para definirse, como no podría ser de otra forma, la vida personal de Frenkie avanza con normalidad. El neerlandés y su mujer Mikky Kiemeney, que hace un par de años compraron una casa en Barcelona, han invertido recientemente en una propiedad situada en Berkel-Enschot, pueblo que pertenece a Tilburg (municipio del sur de los Países Bajos), según varios medios de comunicación locales. Han pagado 1.750.000 euros por una casa de 360 metros cuadrados de espacio habitables equipada con domótica.
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El chalet, con dos plantas y nueve habitaciones, también tiene piscina exterior, terraza y garaje. Su precio se estima en algo más de 1,8 ‘kilos’, pero el futbolista del Barça ha conseguido una pequeña rebaja al no necesitar financiamiento. No es la primera inversión de De Jong en Países Bajos: también tiene una casa en su localidad natal, Arkel.