El PP intenta moverse para frenar la reforma legal que permite rebajar penas e incluso excarcelar a pesos de ETA después de haber respaldado la tramitación parlamentaria en el Congreso. El primer movimiento se confirmó este martes por la mañana cuando el Senado retiró del orden del día la votación de esa reforma en la Cámara Alta. Los conservadores ganan así un poco de tiempo -siete días en realidad- hasta tener que pronunciarse. El objetivo pasa ahora por aumentar la presión sobre el Gobierno y conseguir que el proponente -el ministro de Justicia, al tratarse de un proyecto de ley- la retire definitivamente para dejarlo sin efecto.
Esta mañana, la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, se ha puesto en contacto con el ministro Félix Bolaños, para pedirle “expresamente” que retire la reforma. En el partido explican que no han podido hablar porque el titular de Justicia está en plena reunión del Consejo de Ministros, pero confían en que esa conversación se producirá “a lo largo del día”. La número dos del PP insistirá al ministro del ramo en que si el objetivo no era beneficiar a los presos de la banda terrorista, “se puede dar marcha atrás y reparar el error”.