Ver para creer. En cinco días el Barça golea al Bayern y al Madrid con una demostración de fútbol espectacular. Si al inicio de la Liga, en el mes de agosto, nos llegan a decir que el equipo de Flick saldría del Bernabéu el 26 de octubre como líder destacado con seis puntos de ventaja, no lo hubiésemos creído. Con entrenador nuevo y el único fichaje de Olmo, nadie podía imaginar que el técnico alemán sería capaz de conseguir este milagro. Porque es un milagro arrollar al Madrid de Vinicius y Mbappé con medio equipo de la cantera y convertirse en el equipo más goleador de Europa.
En la primera parte plantaron cara, jugaron a tope y arriesgaron con el fuera de juego en una demostración de fuerza, agresividad y ambición. Tras el descanso apretaron el acelerador y mataron al Real Madrid que fue la viva imagen de la impotencia, con Mbappe cayendo diez veces en fuera de juego y con una defensa rota. El crack francés no dio la talla y lo mejor que hizo Vinicius fue quejarse. Por cierto, Iñaki Peña se reivindicó y salió fortalecido.
El ADN blaugrana ya no es el tiki taka ni la posesión, no se puede vivir del pasado cuando la condición física cada día es más importante en el fútbol. Hay que correr mas que el rival, mover el balón con rapidez, no dejar pensar al contrario y ejecutar una presión asfixiante hasta el último minuto. Ya no es cuestión de tácticas sino de estrategia, presión alta, defensa adelantada, velocidad y sentido de la anticipación. El Barça juega un futbol tan práctico como efectivo y en una semana de cine ha dejado KO a dos de los mas poderosos equipos del continente.
Hansi Flick es el mejor fichaje que ha hecho Laporta. Se ha ganado la confianza de los jugadores. Los aficionados están encantados con sus resultados. Ha mejorado el rendimiento de la plantilla de forma increíble. Protege y ayuda a los jóvenes como si conociera de toda la vida a los canteranos de la Masia. Confía y apuesta por jugadores que antes estaban desahuciados, Lewandowski y Raphinha ahora son estrellas. Es un perfil de entrenador de club que no vende humo ni busca protagonismo. No es importante lo que dice sino lo que hace. No se mira en el espejo de nadie y trabaja de cara al marcador.
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Era una semana crucial y se ha superado con sobresaliente. Ya nadie duda del Barça. La fe se ha convertido en resultados. El equipo se ha ganado por méritos propio el apoyo de la afición. No es hora de soñar ni de hablar de títulos, lo mejor es continuar en la línea marcada por el trabajo, el esfuerzo y la perseverancia. Tras ganar al Bayern y al Madrid de forma convincente se puede decir alto y fuerte que Hansi Flick es el entrenador que necesitaba el Barça.