El Real Madrid y el Milan afrontan uno de los Clásicos de la Liga de Campeones, 22 títulos entre los dos, en un momento difícil para los blancos, que llegan al partido con el ánimo tocado. Vienen de una dura derrota en la Liga ante el Barcelona (0-4), de ver volar el Balón de Oro que ‘tenía’ ganado Vinicius y que provocó una reacción del club reprobable, y de la terrible desolación que vive Valencia por esas riadas asesinas que no dejan indiferentes a nadie.
El Milan, por su parte, lucha contra su destino. Busca volver a la cima del fútbol continental, de la que llevan alejado demasiado tiempo. Un rival que sometió a los blancos en tiempos de Arrigo Sacchi, pero que ahora se aleja de un Madrid que ha marcado el camino en la última década. Dos colosos europeos que no llegan en su momento más poético.
Ancelotti y las necesidades
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El técnico italiano tiene demasiadas cosas por solucionar. Ya no es una cuestión de saber defender, de ser más o menos intensos, de competir al máximo. Es una cuestión de feeling y su equipo ha perdido esas sensaciones que le convertían en un rival casi imbatible. En 15 partidos lleva las mismas derrotas que en los 55 de la temporada pasada, dos, y lo que es peor, dando una imagen de impotencia, de quiero y no puedo pese al elenco de estrellas que adornan sus alineaciones.
Estos dos colosos continentales necesitan los tres puntos para sumar méritos en la interminable clasificación del nuevo formato de la Champions. Los blancos suman seis en dos partidos y los nerazzurris, tres. Los de Fonseca ocupan el puesto 25 de 36, y el objetivo mínimo es entrar entre los 16 primeros. Por eso, puntuar es vital para sus aspiraciones. Los de Ancelotti ocupan la posición 12, si ganan se acercaría al objetivo de estar entre los ocho primeros.
Fonseca y las novedades
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Fonseca intenta dotar de su sello a un Milan que no acaba de ser un equipo solvente en su Liga (séptimos) ni en la Champions, pero que tiene argumentos para acabar encontrando lo que su técnico busca. Un equipo que apuesta por la posesión, al que le gusta atacar por las bandas y que prefiere jugadores técnicos a físicos, sin prescindir de esa aportación al colectivo. Es flexible con los esquemas aunque todo apunta a que ante los blancos apostará por el 4-3-3.
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Ancelotti recupera a Rodrygo, aunque la previsión es que no sea titular. Repetirá el once habitual en el que Modric podría tener sitio en la medular en lugar de Camavinga, o que el sacrificado sea Tchouameni en el mediocentro. Sigue con las bajas de Courtois, Alaba y Carvajal, que le obligan a poner a Lunin y Lucas Vázquez. Fonseca, por su parte, devolverá a Leao a la titularidad, tras tres partidos de suplente, para acompañar a Morata y Pulisic en ataque. Las bajas son Bennacer, Florenzi y Calabria.