Galletas, refrescos, cacao, zumos… En el mercado nos encontramos con multitud de productos que han lanzado su versión 0% azúcares añadidos (e incluso algunos muy típicos de estas fechas como el turrón o el tradicional Roscón de Reyes) y que sólo con esa leyenda pasan a ser vistos, a ojos del consumidor, como la alternativa más saludable.
Eso y la posibilidad de que no engorden justifica que este tipo de alimentos, que en los últimos años se han popularizado y están presentes en los lineales de todas las cadenas de supermercados de España, acostumbren a tener un precio superior en comparación con sus homónimos cargados de azúcar.
¿Los 0% azúcares no engordan?
Quienes los incluyen en la cesta de la compra (dispuestos a pagar más) lo hacen convencidos de que están consumiendo un producto que se ajusta a una dieta sana y equilibrada. Y que es mejor para mantener el peso ideal. Sin embargo, esto no es siempre así.
Lo primero que hay que aclarar es que estos productos no están libres de azúcares al cien por cien.
La denominación de 0% azúcares añadidos se refiere a los alimentos que contienen menos de 0,5 gramos de azúcar por cada 100 gr. (o por cada 100 mililitros en el caso de los líquidos como zumos).
“El consumo de estos alimentos puede estar asociado a una mayor ingesta, ya que el término 0%, light… Tiene una connotación errónea de saludable“!, explica la dietista-nutricionista Elena de la Fuente.
Estos productos, aclara la especialista, “son ultraprocesados”. Es decir, los ultraprocesados son preparaciones industriales comestibles que están elaborados con derivados de otros elementos y que tienen un perjuicio sobre nuestra salud.
Si nos fijamos en la lista de ingredientes nos encontraremos con materias primas como azúcares, harinas refinadas, aditivos, colorantes… Son ultraprocesados la comida rápida (hamburguesas, patatas fritas en aceites refinados), carnes procesadas, lácteos azucarados o bollería.
¡Cuidado con los edulcorantes!
“En cualquiera de los casos estos productos se recomienda que se consuman de manera puntual y moderada, y que no desplace la ingesta de alimentos saludables como pueden ser las frutas, verduras, legumbres, granos enteros…”, aclara De la Fuente.
Y, es que, para que no pierdan su parte palatable (aunque se reduzca el uso de azúcar), se le añaden más cantidad de grasas o harinas, aumentando por tanto su valor calórico.
Es decir, un producto bajo en azúcar no tiene por qué tener menos calorías.
También hay que decir que aunque estos productos alimenticios tienen entre su composición menos de 0,5 gramos de azúcar por cada 100 gramos, suelen estar cargados de edulcorantes.
Y estamos hablando de sustancias que son sustitutos del azúcar y que aportan un sabor dulce, pero que no siempre tienen un bajo valor calórico.
En concreto, existen dos tipos de edulcorantes:
- Acalóricos. Son, por ejemplo, la sacarina, el aspartamo o la estevia. No tienen ningún efecto sobre nuestro organismo siempre y cuando sean ingeridos en cantidades moderadas.
- Polialcoholes. En este caso son edulcorantes bioquímicos que se utilizan en productos como las mermeladas, ya que aportan una mayor consistencia. Los polialcoholes, como el xilitol, sorbitol o maltitol, tienen 2,4 kilocalorías por cada gramo, mientras que el eritritol tiene un valor calórico cero.
Sin embargo, este tipo de edulcorantes pueden producir un efecto laxante. Y esto es debido a que no se absorben en el intestino, sino que pasan por él de forma intacta acumulándose más agua de lo normal.
Así, las personas con problemas gastrointestinales (colón irritable o sobrecrecimiento bacteriano) deben evitar el consumo de productos 0% azúcares añadidos con polialcoholes, para no empeorar sus dolencias.
No obstante, no son un producto prohibido si se sigue una alimentación equilibrada.
“Si quieres merendar unas galletas porque ese día se te ha antojado, permítetelas, pero tómate primero tu pieza de fruta, no la sustituyas”, cuenta a este diario la dietista-nutricionista Elena de la Fuente.
¿Cuál es la ingesta de azúcar recomendada?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo diario de 25 gramos de azúcar. El organismo “sugiere que se reduzca aún más la ingesta de azúcares libres a menos del 5% de la ingesta calórica total”.
“Las ingestas elevadas de azúcares libres amenazan la calidad nutricional de las dietas pues aportan una cantidad considerable de energía sin nutrientes específicos”, explica la OMS.
“El peso corporal excesivo asociado con la ingesta de azúcares libres se debe a la ingesta excesiva de energía”.
Alimentos light ¿Son más sanos?
De la Fuente matiza que los productos light o 0% azúcar -diseñados para responder a una demanda de los consumidores que optan por una alimentación saludable- no son sinónimo de sanos.
El término light implica que al alimento se le ha reducido el contenido de uno o más nutrientes (azúcares, grasa o energía), como mínimo en un 30% en comparación con el producto de referencia
Los alimentos light lo pueden ser por su bajo contenido en grasa, calorías o sodio.
Sin embargo, aunque contengan menos grasas o azúcar (en comparación con otros productos) no se debe duplicar o triplicar la cantidad de consumo.
“Habría que revisar el producto en cuestión, ya que algunos alimentos light les han reducido el aporte en grasas, pero contienen azúcares libres, por ejemplo. Mucho ojo siempre con esta denominación porque puede generar confusión”,
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Reitera Elena de la Fuente, licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.