Toni Kroos regresa al Santiago Bernabéu. No lo hace como le gustaría a Carlo Ancelotti, integrado en el once blanco, por más que el italiano bromeaba con su marcha atrás en plena pretemporada: “Faltan por reintegrarse los de la Eurocopa, los de la Copa América y Toni Kroos, cuando le acabemos de convencer”. El alemán estará esta noche en el coliseo blanco para presenciar el partido entre el Real Madrid y el Villarreal.
125 días después
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Toni se despidió del Bernabéu el 25 de mayo a lágrima viva tras ver a sus hijos llorar viendo cómo su padre decía adiós a la que fue su casa durante una década. Lanzó un córner que no remató nadie y después el Bernabéu se puso de pie para tributarle la ovación más estruendosa que ha dedicado el remozado Bernabéu desde que abrió sus puertas. Después ganó la Champions en Wembley y no volvió a vestir la camiseta del club en un partido. 125 días después de celebrar la consecución de la decimoquinta Champions del Real Madrid sobre el césped del Bernabéu, Toni se sentará en un palco del estadio para ver a los que fueron sus compañeros tratar de superar su traumática ausencia, futbolísticamente hablando.
El debate está abierto y a Ancelotti no le hace gracia que le pregunten por ello, pero el italiano es consciente de que la marcha del alemán, que cogió totalmente por sorpresa al club y al entrenador, aunque este le había recomendado “retirarse en lo más alto”, ha sido un golpe en la línea de flotación del equipo. De momento parece que solo Luka Modric es capaz de asumir ese rol de generador de juego y metrónomo en un equipo al que le gusta ser vertical y le falta paciencia para mover la pelota.
La salida de Kroos ha generado un movimiento de robustecimiento en la medular blanca, en la que Ancelotti ha colocado, en Lille sin ir más lejos, a Valverde, Tchouameni y Camavinga con Bellingham tratando de ser el generador de juego. Pero ni el inglés es Kroos ni juega en la zona de influencia en la que actuaba el alemán. A día la mejor versión del Madrid post-Kroos se ha visto con Modric asumiendo ese rol y retrasando su posición para dar el primer pase en la salida de juego, acostado al pasillo entre el central derecho y Carvajal.
Vive en Madrid
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Toni eligió quedarse en Madrid a vivir, donde ha encontrado la tranquilidad y el anonimato que le permite abstraerse de los focos del fútbol. Sigue vinculado al fútbol participando en campus en Madrid para niños, como sus hijos, en colaboración con la Federación Madrileña y el Club Encinas de Boadilla. Kroos afirma que es feliz en Madrid, que su familia disfruta del ambiente y el clima en España, donde conoció a su mujer (también alemana) un verano en Formentera.
Esta noche, cuando el teutón se asome al Bernabéu muchos aficionados le echarán en falta sobre el césped y seguramente le pidan que se replantee la retirada. Pero Kroos hizo caso a Ancelotti y además de demostrar que tenía “huevos”, como apuntó Carletto si finalmente tomaba la decisión de dejarlo, lo hizo estando en la cima. En su mejor temporada en el club a nivel personal y como campeón de Champions y Liga.
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Hoy verá su camiseta con el número 8 en la espalda de un discípulo aventajado, Federico Valverde. “No encuentro a nadie mejor para llevar mi número”, señaló el día que se hizo público que el charrúa heredaría su dorsal. Y si el destino quiere que ‘Pajarito’ marque algún gol, seguro que habrá dedicatoria para un Kroos al que todos echan de menos. En el campo y en el vestuario.