La tragedia siguió un curso inesperado, por lo inusual del cauce que la guio. Fue el río Magro, y no el Xúquer, el que provocó en la Ribera una de las peores inundaciones vividas en mucho tiempo. No es de extrañar, por la magnitud de los daños en infraestructuras, viviendas y vehículos y el fallecimiento de varias personas, que haya quien compare la DANA de esta semana con la Pantanada de Tous. El afluente provocó el caos allá por donde pasa. Como en 1982, el agua y el barro dejarán una huella imborrable entre los vecinos de Algemesí, l’Alcúdia, Carlet o Guadassuar, los municipios más afectados por el dramático temporal.

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