Al Gobierno de Francia se le atragantan los presupuestos de 2025. A pesar de que políticos y expertos han alertado de que la economía francesa atraviesa uno de sus peores momentos en años, tildándola incluso de situación “catastrófica”, la Asamblea Nacional acentúa sus divisiones en esta primera semana de examen presupuestario.
Las primeras horas de debate en la Asamblea han servido para confirmar que el Gobierno no tendrá mayoría para aprobar los presupuestos, que pretenden recaudar 60.000 millones de euros para sanear las cuentas del Estado. De ahí que, este miércoles, el Consejo de Ministros, en presencia del presidente, Emmanuel Macron, se haya reunido para debatir sobre si aplicar, o no, el artículo 49.3. Un ‘decretazo’ que permite aprobar leyes, incluyendo los presupuestos, sin necesidad de someterse a votación.
“El presidente simplemente mencionó el hecho de que probablemente le resultaría más fácil y saludable poder utilizarlo, como medida preventiva”, matizó el portavoz del Gobierno, Maud Bregeon, aunque insistió en que el Ejecutivo “permitirá que los debates se desarrollen tanto como sea necesario, respetando el voto de los parlamentarios”. Un 49.3 sobre la mesa que inquieta y que divide al campo presidencial, por eso, el ministro de Función Pública pidió al primer ministro, Michel Barnier, no “sacar demasiado pronto” este recurso, con el objetivo de no tensar aún más al Parlamento, pero también a las calles francesas, que ya han mostrado signos de rechazo ante estos presupuestos.
“Ahora mismo, el Gobierno tiene dos opciones: 49.3 o dejar que los debates se pudran en la Asamblea“, afirmó Eric Coquerel, presidente de la comisión de finanzas de la Asamblea Nacional. Pero lo cierto es que al Ejecutivo se le acaba el tiempo, y el dinero. Los nuevos presupuestos supondrán un verdadero recorte para todos los ministerios, además supondrán un aumento de los impuestos para las clases altas y grandes empresas, que supondrá una contribución impositiva para aquellos negocios con un volumen superior a los 1.000 millones de euros anuales.
Con ellos, el nuevo Ejecutivo designado por Macron pide a los franceses un “esfuerzo colectivo” para limitar el déficit al 5%, mediante un aumento de los impuestos con el que se espera que el país recaude 20.000 millones.
Toque del FMI
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Esta primera semana es crucial para el Gobierno, puesto que se inicia el examen sobre la primera parte del texto presupuestario, basado en los ingresos. No será hasta la semana que viene cuando se someterá a voto. Posteriormente, la segunda parte centrada en los gastos será estudiada en la Asamblea Nacional el 5 de noviembre, y está previsto que se vote el 19 del mismo mes.
Este miércoles, el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que esperaba “más claridad” sobre las medidas de ahorro anunciadas por Francia: “El Gobierno ha presentado ideas, propuestas que van en la dirección correcta, pero estamos esperando más claridad sobre las medidas que realmente se implementarán en Francia”, afirmó el director del departamento de asuntos presupuestarios de la institución, Vitor Gaspar.
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Además, advierten que la desestabilización de Francia y sus pocas perspectivas de consolidación pueden disparar aún más sus problemas financieros. Se espera que el país alcance el 6% del PIB en 2024, y que se mantenga en un 5,8% en 2026, según datos de la organización financiera.