El Barça ha logrado dos victorias en Belgrado en tres semanas. Si en la primera necesitó de la prórroga para someter al Estrella Roja (94-98), este miércoles ha tenido que apretar los dientes para superar a un Partizan que regresó cuando perdía por 23 puntos.
Los de Peñarroya fueron el ‘Ying’ y el Yang’, la cal y la arena o el Doctor Jekyll y Mr. Hyde en el mismo partido. Esa irregularidad dentro de los 40 minutos es uno de los ‘debe’ a corregir por un equipo que sigue funcionando a la perfección en Europa.
El segundo cuarto azulgrana fue para enmarcar. Con un gran trabajo defensivo en el que siempre suele brillar Justin Anderson y con Tomas Satoransky encomendado a su labor más oscura con un gran trabajo defensivo además de dar nueve asistencias, el juego fluyó y entre Jabari Parker y Kevin Punter silenciaron el Belgrade Arena.
Esos minutos coincidieron también con Chimezie Metu como ‘cinco’ o como ‘falso cinco’, como prefieran. El nigeriano se hace grande cuando ve el aro cerca y también sabe ser diferencial en el perímetro. ¡Qué gran fichaje con el sello de Mario Bruno Fernández y la valentía de Juan Carlos Navarro!
Esos minutos de rosas dieron paso a los cardos y, tras dilapidar un +23, el 79-80 a 1:40 del final con casi 20.000 almas enfervorizadas parecía aventurar una derrota. Sin embargo, el equipo supo apretar los dientes y ahí emergió un jugador que es todo carácter: Àlex Abrines.
El balear, que anotó nueve puntos en 14 minutos, anotó un triple lateral que dio alas al Barça y saltó como un resorte para hacerse grande en el siguiente rebote. Del resto se encargó el otro triunfador del día, un Punter que recibió un homenaje y martilleó a su exequipo con 18 puntos. Sin olvidar, claro está, a Jabari Parker con un nuevo clínic de tiro.
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El Barça sigue líder en la Euroliga y Willy Hernangómez se quedó sin minutos después de ni siquiera entrar en la lista frente al Baskonia. Peñarroya parece tenerlo claro y cuenta con el apoyo del club: si no da más en defensa, no jugará en Europa. El egarense no se casa con nadie. ¡Y bien que hace!