La meningitis sigue siendo la primera causa de infección grave en niños y adolescentes. Y, en algunas situaciones, puede ser “devastadora”, según alerta la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo de la celebración, el 5 de octubre, del Día Mundial contra la meningitis, efeméride impulsada por la OMS como parte de la estrategia para derrotar la enfermedad en 2030.
La enfermedad afecta a unos 2,5 millones de personas al año y provoca 300.000 defunciones en el mundo
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La Organización Mundial de la Salud calcula que la meningitis, que causa una infección de las meninges, las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal, debido a diferentes agentes, como virus o bacterias, afecta a unos 2,5 millones de personas al año y provoca 300.000 defunciones en el mundo, dado que un 10% de los infectados acaban falleciendo y un 30% tiene secuelas graves. Por ello, “sigue siendo un gran desafío de salud pública”, según la doctora Marta Guillán, secretaria del grupo de neurología crítica e intensivista de la SEN.
En España, cada año se detectan unos 1.000 casos, el 10% de ellos graves. En 2017 las infecciones iniciaron una senda descendente, gracias a mejoras en la prevención y a ampliaciones en el calendario de vacunación, pero en los dos últimos años se ha producido un repunte, del 10% en 2022 y del 13% en 2023, que la SEN achaca a la relajación de las medidas de protección, una vez superada la fase más dura de la pandemia. Aun así, en 2012 se notificaron el doble de casos y en 2016, el cuádruple, respecto a las cifras actuales.
En España, cada año se detectan unos 1.000 casos, el 10% de ellos graves
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No obstante, a nivel mundial la previsión es que se duplique el número de casos anuales, aunque con una reducción de las defunciones, debido a las mejoras que se han introducido en la identificación de la enfermedad, la prevención y el tratamiento. Pero puede producirse un aumento de personas con secuelas, porque la meningitis puede provocar pérdida de audición, discapacidad visual y física y disfunciones cognitivas, a lo que se une la afectación a nivel mental del paciente y sus familiares.
La meningitis más grave
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De hecho, un reciente estudio realizado por la Asociación Española contra la Meningitis estimaba que la carga económica de la enfermedad suponía, de media, más 11.000 euros por paciente y año.
La meningitis de origen bacteriano es la más peligrosa y se calcula que alrededor del 20% de la población puede ser portadora de alguna cepa. La mayoría de estas personas no tendrá síntomas, pero sí puede transmitir la bacteria a personas más vulnerables, a través de la saliva o las secreciones respiratorias.
Y el problema añadido es que los primeros síntomas se confunden con los procesos infecciosos comunes, especialmente en adolescentes y jóvenes. Pero hay que consultar ante la aparición de los primeros síntomas, porque “los casos bacterianos pueden ser fatales en cuestión de días si no se tratan adecuadamente”, según advierte la doctora Guillán.
Rigidez en el cuello y manchas
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Una pista que puede indicar que se trata de meningitis es que los síntomas aparezcan de forma brusca, con fiebre alta, dolor de cabeza intenso, rigidez en el cuello, náuseas, sensibilidad a la luz y confusión, que pueden progresar rápidamente.
En niños, “otro de los signos que pueden ser indicativos de esta enfermedad son la aparición de petequias, es decir, de pequeñas manchas de color rojo o morado que normalmente aparecen primero en el torso y, en poco tiempo, se extienden por el resto del cuerpo”, indica la doctora.
La vacunación
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Ante ello, a SEN recalca la importancia de vacunar a los niños según el calendario de vacunación acordado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades -ahora mismo se administran contra el neumococo, ‘Haemophilus influenzae’ tipo b, virus de la parotiditis, virus del sarampión, virus de la varicela y meningococo de los serogrupos A, C, W e Y a diferentes edades-.
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Cualquier persona puede sufrir meningitis, pero los grupos de mayor riesgo son los menores de cinco años, sobre todo si no están vacunados, y los jóvenes de entre 15 y 24 años. En estos grupos es la primera causa de muerte por infección.