No existe página web, registro mercantil ni niguna red social de la organización del viaje de ida y vuelta a Andorra desde L’Hospitalet de Llobregat que se accidentó este domingo en una carretera del Pirineo francés, causando al menos dos fallecidos y seis heridos graves, según apuntan a este diario fuentes de la comunidad colombiana establecida en Cataluña. El rastro de esa promoción, por un coste de 27 euros, es solo una foto que se compartió masivamente a través de Whatsapp entre los compatriotas de esta nacionalidad. Era un viaje de ida y vuelta a Andorra para hacer compras aprovechando las ofertas del Black Friday en el país vecino, previsto para salir a las siete de la mañana en las immediaciones de la estación de metro de Pubilla Cases, en L’Hospitalet de Llobregat, además de Fabra y Puig, en Barcelona.
Según apuntan fuentes de la comunidad colombiana y latinoamericana en Barcelona, la organizadora de este viaje era una mujer, L., que se dedicaba a organizar ‘tours’ en autobús al sur de Francia desde hacía más de tres años. Estas mismas fuentes explican que la organizadora de la excursión es una de las heridas de gravedad, cuya familia ya ha emprendido el viaje hasta Porté-Puymorens. Los clientes que adquirían billetes para este viaje solían ser colombianos, en cuya comunidad se extendió la preocupación, a la espera de noticias sobre la recuperación de los heridos. A diferencia de muchas otras empresas que se dedican a este negocio, fuentes de la comunidad latina en Barcelona dicen que en el caso de esta mujer era habitual que fuera “por libre”, sin seguros contratados.
Vías secundarias y costes rebajados
El accidente activó todas las alertas. “Era habitual que esta mujer usara vías secundarias en sus viajes –era su forma de poder rebajar los costes- y que sus viajes fueran más baratos que el resto de agencias colombianas que organizan ‘tours’ en autobús de forma más seria”, explican estas fuentes a El Periódico. En el caso del trayecto de este domimgo, para salir de Andorra hasta L’Hospitalet de Llobregat decidieron transitar por la serpenteada carretera N-320 en vez de ir por el túnel de Puymorens. Se ahorraron más de 40 euros de peaje.
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La mujer que estas fuentes apuntan como organizadora no ha respondido este domingo al teléfono, como tampoco lo hace la empresa de autobuses que solía colaborar con ella. La compañía, con sede en L”Hospitalet de Llobregat, acumula una retahíla de críticas en las redes sociales por problemas relacionados con la mala conducción o servicios jamás prestados.