Cientos de familias de las escuelas públicas de Paiporta han lanzado esta tarde, de nuevo, un grito a la conselleria de Educación. Piden la vuelta urgente a las aulas con todas las garantías, información transparente de los plazos y procesos de limpieza y desinfección que se están llevando a cabo así como un calendario realista.
“Queremos colegio” o “menos barro y más educación” gritaban familias enteras frente a un barranco totalmente destrozado por la DANA y en una concentración en la que la infancia ha sido la protagonista. Los niños y las niñas han tomado la voz en esta concentración convocada por la federación Interampas de Paiporta y asumida también por el ayuntamiento del municipio en lo que ha sido un grito a la conselleria de Educación: que abran los centros educativos.
Ahora mismo, todos los centros educativos de Paiporta (a excepción del IES Andreu Alfaro para el alumnado de segundo de bachillerato, 100 del propio centro y 60 del instituto la Senia, gravemente afectado) están clausurados, lo que significa que más de 2.000 niños y niñas no están acudiendo a clase. La Conselleria de Educación quiere abrir las puertas de los centros el 25 de noviembre, pero las familias, el ayuntamiento y los colegios aseguran que las instalaciones no están en condiciones y piden soluciones realistas.
“Por mucho que gritemos, los gobiernos no nos escuchan”
Nuria, madre de una niña que asiste al CEIP Ausiàs March aseguraba que necesitan volver al colegio porque “no puedo ir a trabajar. Estoy de baja. Toda mi familia es afectada y no tengo con quién dejar a la niña”, aseguraba a este diario. Además, toda la angustia de lo vivido les impide volver a la normalidad. “Necesita ir al cole y salir de todo esto”, señalaba.
De la misma forma que reivindicaba Arantxa, madre de Manuel, de 9 años y alumno del CEIP l’Horta, en una situación delicada tras decretar conselleria que tendrá que ser derruido. “Nos sentimos abandonados y frustrados, porque tenemos la sensación de que por mucho que gritemos la actitud no cambia por parte de quienes nos gobiernan“. “No basta con la solidaridad, tienen que atender nuestras necesidades, es su responsabilidad“, decía Arantxa.
Respecto a la situación de su centro, señalaba que si han planteado poner barracones, “que sea algo temporal, pero que no se eternice. Bastante hemos tenido en el pueblo como para que estemos preocupadas con que nusstros hijos vayan al colegio”, lamenta. Asimismo pide, como lo han hecho decenas de familias esta tarde, que se den directrices claras y no se maree a las familias.
“Los niños y niñas quieren volver, necesitan socializar, es por su salud mental“, añadía Amanda, madre del CEIP Jaume I. Jaume, también padre del Jaume I añadía que es una cuestión, también de conciliación. “No podemos volver a la normalidad así”, lamentaba. Asimismo, criticaba que en una situación que debería ser de facilidades, se están poniendo pegas.
The focus of the Paiport educational community. / Germán Caballero
“¡Que venga el conseller a Paiporta!”
Durante la concentración, Interampas ha reivindicado que a las familias de Paiporta se les está denegando el derecho a una educación recogida en la Constitución y ha exigido una reunión con el conseller de Educación, Jose Antonio Rovira. “Queremos que venga a Paiporta y que no tome decisiones desde despachos en València”; ha dicho el presidente de la entidad, Rafael Ramos. “¡Que venga, que venga a Paiporta!”, gritaban a continuación familias asistentes a la concentración.
En este municipio, epicentro de la catástrofe, pues la dana se lo llevó prácticamente todo por delante, hay cinco colegios públicos: CEIP Ausiàs March, CEIP Jaume I, CEIP Rosa Serrano, CEIP Lluis Vives y CEIP L’Horta (este último lo tendrán que derruir por los desperfectos que dejó el torrente de agua). Asimismo, hay dos institutos de secundaria; el IES La Sènia, gravemente afectado por la riada y el IES Andreu Alfaro. Asimismo, las escuelas infantiles se encuentran también clausuradas y el colegio La Inmaculada.
Esta realidad dificulta que los padres y madres puedan volver a trabajar, y en consecuencia, también conciliar. Asimismo, los niños y niñas que han sufrido en primera persona esta catástrofe están en casa, sin socializar ni poder volver a la normalidad, pues las calles todavía están en procesos de limpieza y, en muchos casos, sus propias casas no son habitables.
The focus of the Paiport educational community. / Germán Caballero
“La información es insuficiente y poco realista”
“Nuestras escuelas están inoperativas, y nuestros hijos e hijas continúan en casa, sin una solución clara ni una fecha concreta para volver a la normalidad. La información que nos llega es insuficiente y poco realista: decretos que parecen más papeles que respuestas, y circulares que no aportan ninguna solución tangible ni concreta”. El derecho a la educación de nuestros hijos e hijas no parece una urgencia de las administraciones y lo reclamamos como necesidad de asegurar también el bienestar físico, psicológico, emocional y social del menores y jóvenes de Paiporta”, aseguran los padres y madres en el manifiesto leído esta tarde.
“El silencio solo alimenta la desesperación y la desconfianza”
Por eso, exigen de forma inmediata “realismo y claridad en plazos de apertura de escuelas y un calendario coherente”; información “transparente y detalla de procesos” pues “el silencio solo alimenta la desesperación y la desconfianza” y una solución rápida y efectiva. “Esta situación es insostenible. Nuestros niños y niñas necesitan recuperar la normalidad educativa, y nosotros, nuestras vidas. No podemos continuar así ni un día más”, insisten los padres y las madres, que aseguran que merecen respuestas y acciones inmediatas.
Mientras tanto, piden ampliar plazos en los centros afectados y apoyar a los colegios de acogida con más profesionales y ampliación de ratio. Asimismo, lamentan que la docencia online “no puede ser una solución generalizada”.
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La razón: “muchas familias no tienen recursos materiales para hacer las conexiones, otras no tienen posibilidades de acompañar en las conexiones por obligaciones laborales (yayos y otros familiares no podemos asumir esta responsabilidad) y este tipo de docencia no es la adecuada para la socialización. “La salud mental del nuestros hijos e hijas es igual de importante que la salubridad de nuestras calles”, concluyen. Paiporta, zanjan, “no puede esperar más”.