La tecnología suele estar vinculada al progreso, facilitando múltiples tareas cotidianas y laborales. No obstante, en ocasiones puede tener consecuencias negativas e inesperadas. Las cajas de autopago habían llegado a los supermercados con una finalidad, acelerar el proceso de compra y ahorrar costes.
Con esta nueva maquinaria, el consumidor es responsable del procedimiento, y algunos clientes no están familiarizados con las herramientas disponibles. Hay algunos colectivos, como las personas mayores, que prefieren el método tradicional y que cuando utilizan este nuevo, invierten mucho tiempo en pasar la compra.
Esta dinámica acaba generando más colas de espera y, por lo tanto, causando el efecto contrario al buscado. Además, algunos clientes creen que este nuevo método no ha llegado para facilitar la vida al consumidor, sino para ahorrarse personal. En estas secciones hay uno o dos empleados vigilando varias cajas de autopago, por lo que hay menos contratación de recursos humanos.
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En este contexto, la cadena de supermercados ‘Eroski’ está siendo duramente criticada por su política al respecto. De hecho, la empresa está afrontando algunas pérdidas y muchos de sus clientes han cambiado de tienda de alimentación para ahorrarse la espera en las cajas de autopago.