Con la marcha de jugadores como Yan Couto o Savinho, dos piezas indiscutibles la temporada pasada en los costados, Quique Cárcel y Míchel tenían clarísimo que este verano tenía que llegar desborde y desequilibrio. Aterrizó Bryan Gil, se quedó Tsygankov… y el Girona apostó muy fuerte por Yáser Asprilla, convirtiéndolo en el fichaje más caro de la historia del club con esos 18 millones de euros abonados al Watford.
El colombiano no venía a hacer de Savinho, porque las comparaciones siempre son odiosas. Pero sí que debía darle al equipo ese toque y ese regate diferencial que diera sentido al juego colectivo del equipo. Y, tras unas primeras semanas de pura adaptación, parece que Yáser Asprilla empieza a demostrar su talento en Girona. No es un extremo al uso, como así ha querido remarcar Míchel en más de una ocasión, sino que es más un jugador de banda que le gusta ir para dentro o incluso un futbolista que puede ejercer de mediapunta cuando toque.
Dos titularidades consecutivas
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Jugó grandes minutos ante el FC Barcelona en la abultada derrota del equipo, y ello le dio la opción de ser titular tanto en Mestalla como ante el Rayo, donde fue de los más destacados. Siempre tirando esa diagonal para dentro de derecha a izquierda, el ’10’ demostró tener ese último pase y la facilidad para el desequilibrio, tanto en la conducción como en la asociación con los compañeros.
Ante el cuadro rayista, seguramente, el colombiano hizo el mejor partido desde que está en Girona. Pese a señalar Míchel que se equivocaron dándole el dorsal ’10’ de primeras después de las expectativas generadas, el técnico vallecano alabó las prestaciones de un futbolista al que solo la mala suerte le privó de liderar la victoria de su equipo. Y es que el ex del Watford dispuso de ocasiones muy claras como para acabar con ese 0-0 que finalmente frustró al conjunto ‘gironí’.
Sin embargo, con él las sensaciones son más que positivas con el paso de las semanas. Está ganando en confianza, adaptándose a lo que Míchel pide y las dos titularidades consecutivas demuestran que el futbolista va a más. De hecho, en Primera División, es el futbolista, de largo, que más tarjetas amarillas provoca por encuentro, lo que deja claro su facilidad para el desequilibrio.
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Veremos qué sucede en los próximos encuentros. Teniendo en cuenta que el Girona se enfrenta al Feyenoord en la segunda jornada de la Champions el próximo miércoles, habrá que ver qué hace Míchel de cara al duelo del domingo ante el Celta. Tiene donde elegir en la zona de tres cuartos, pero Asprilla va ganando enteros.