Que iba a ser prácticamente imposible igualar el rendimiento de la temporada pasada era algo que en Girona estaba asumido. Después de vivir la mejor campaña de su historia consiguiendo la clasificación para la Champions League, el equipo afrontaba este año con la presión de compaginar tres competiciones con una plantilla notablemente inferior a la de la temporada pasada. Con todo, los peores pronósticos se han terminado cumpliendo y el Girona ya ha igualado en pleno noviembre el número de derrotas de la campaña pasada.
Y es que el Girona está acusando -como era previsible- dos factores que se anunciaban desde la pretemporada. El primero de ellos era contar con un equipo con menos nombres que la temporada pasada. Sin jugadores como Aleix, Savinho, Dovbyk, Yan Couto o Eric García, Míchel iba a tener muchos más problemas para armar un equipo competitivo para repetir el nivel mostrado la temporada pasada. Llegaron refuerzos, aunque no están sabiendo -por ahora- igualar el rendimiento de las estrellas del año pasado.
Un rendimiento preocupante
El otro punto que hacía presagiar una temporada complicada era el aumento en el número de partidos. Si el Girona pudo centrarse en la competición liguera prácticamente durante toda la campaña, esta temporada debe compaginar tres competiciones con la exigencia de hacer un papel respetable en la Champions. Nadie exige nada al Girona ni a Míchel esta temporada después de todo lo conquistado, aunque el equipo está consiguiendo rendir a un nivel incluso inferior a las expectativas mínimas generadas sobre la plantilla.
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La 2022-2023 fue una temporada de ensueño en Montilivi. El Girona disputó 43 encuentros en total con un balance que terminó siendo histórico para la entidad; se consiguieron 29 victorias, seis empates y ocho derrotas que cerraron una campaña para el recuerdo con la clasificación a la Champions. El panorama esta campaña es otro completamente distinto; en los 17 partidos disputados, solamente han sumado seis triunfos, tres empates y ocho derrotas, las mismas que toda la temporada pasada… ¡en noviembre! Míchel es consciente de que el equipo tiene muchas tareas pendientes, aunque no pueden seguir regalando puntos en un campeonato donde la zona baja aprieta más que nunca.