El presidente ecuatoriano Daniel Noboa ha recibido un inesperado varapalo judicial en las vísperas de la Noche Buena. Su destituida vicepresidenta, Verónica Abad, debe retornar a funciones. Un dictamen que dejó sin efecto la suspensión por 150 días en virtud de supuestos incumplimientos laborales.
La ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, fue la encargada de expresar el disgusto oficial por la decisión que adoptó un tribunal de Familia de Quito. La decisión de devolver a Abad a su puesto y reanudar la disputa con Noboa en el seno de Ejecutivo “no tiene certeza”. De “golpe y porrazo, acompañada de gritos, termina teniendo una posición evidentemente parcial”. La medida adoptada “desdice” el anterior fallo y tiene una evidente falta de “objetividad”.
En su momento, la vicepresidenta expresó su “rechazo frente a la improcedente, clara, e innegable violación a los principios de legalidad y justicia”. Abad litigó contra la propia Núñez, quien fue la responsable de suspenderla por cinco meses, los suficientes como para no interrumpir a Noboa en su pelea por la reelección en los comicios presidenciales de febrero. La titular de Trabajo había considerado a principios de noviembre que la vicepresidenta no cumplió con un pedido de Exteriores, lo que supuso una infracción la laboral.
Relaciones conflictivas
La participación de Abad en el Gobierno fue siempre decorativa por decisión del propio Noboa, quien expresó públicamente su arrepentimiento de haberla integrado a su fórmula electoral. Primero la apartó del Palacio de Carondelet, designándola embajadora en Israel, cargo políticamente forzado que nunca ejerció verdaderamente porque de inmediato fue trasladada a la misión diplomática de Turquía, donde llegó una semana después de lo estipulado. Esa fue la razón de la sanción del ministerio de Trabajo.
Noboa nombró a la secretaría de Planificación, Sariha Moya, como “vicepresidenta encargada”. Pero la jueza Nubia Vera estimó que fueron violados numerosos derechos constitucionales de Abad. La ministra Núñez no presentó argumentos convincentes de su apartamiento y Moya no hizo más que volver las cosas a antes del 10 de noviembre. Además, exigió a la titular de Trabajo que se disculpe con Abad en un plazo máximo de 72 horas. Núñez anunció que apelará el dictamen. “Voy a plantear el recurso”, señaló.
Impedimento
El proceso que en su momento buscó alejar a Abad de la vicepresidencia tiene a la vez aristas que pueden complicar a Noboa. La magistrada apuntó contra Mario Godoy, el titular del Consejo de la Judicatura, el organismo de control de los tribunales. Aseguró que el funcionario intentó de que se pronuncia en contra de Abad al punto de amenazarla con correr su misma suerte en caso de que contradijera el pronunciamiento del ministerio de Trabajo.
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Abad quiso volver a su oficina en la vicepresidencia. Sin embargo, el Gobierno impidió su acceso. “Esto es una vergüenza internacional”, se quejó. A su vez, el ministro de Gobierno, José de la Gasca, sostuvo que Abad “no tiene nada que hacer” en Carondelet porque debería estar en Turquía.