El Deportivo Alavés, con más sacrificio que juego, sacó el billete para la siguiente ronda de la Copa del Rey después de vencer por 0-1 al Compostela, que sometió al equipo vitoriano durante muchas fases del encuentro pero careció de pegada.
[–>El equipo de Luís García Plaza afrontó el choque con la obligación de ganar y convencer ante un rival de Segunda Federación. Consiguió lo primero, pero naufragó en lo segundo. Ni tan siquiera el gol, en propia puerta del central Kike a los 11 minutos, dio tranquilidad a un equipo sin fútbol y al que el Compos hizo sufrir durante muchos minutos.
La primera ocasión del encuentro fue para los santiagueses. A los cuatro minutos, Hugo Matos amenazó con un cabezazo que se marchó rozando un poste. Poco después, su equipo encajó un golpe que sería definitivo tras un mal despeje de Kike que acabó en su propia portería.
El 0-1 hizo daño al equipo gallego. Nueve minutos después, en una acción en la que los locales pidieron fuera de juego en el inicio de la jugada, Stoichkov pudo ampliar la renta vitoriana, pero picó en exceso el balón ante la salida de Iago Domínguez.
Y a partir de ahí, el Alavés no dio señales de vida en ataque. El fútbol y las ocasiones, sin llegar a ser demasiado claras, fueron del Compostela, que encerró a su rival en su campo. Manu Rivas y Landeira rozaron el empate en el arranque del segundo tiempo.
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Ambos entrenadores refrescaron sus equipos, pero siguió siendo el Compos el que más empujó. Lo intentó hasta el último suspiro el equipo blanquiazul, aunque fue el argelino Abde Rebbach quien casi acaba con el sufrimiento de los suyos con un disparo cruzado que se marchó fuera por centímetros en el minuto 88.