El PP de Madrid será el que estreche el cerco sobre la mujer del presidente, Begoña Gómez. Un asunto que en la dirección nacional siempre han identificado como un elemento de desgaste importante para Pedro Sánchez pero, al mismo tiempo, consideran demasiado espinoso como para traspasar líneas rojas. Tanto es así que cuando comenzó la investigación judicial sobre sus actividades -tras varias informaciones periodísticas- los populares pensaban citar a Gómez en la comisión de investigación del Senado, que trata sobre el caso Koldo, pero que varios de sus personajes están relacionados a su vez con la esposa del presidente.
Ya hace meses y tras un debate interno, Alberto Núñez Feijóo decidió dejar fuera de la operación política a Begoña Gómez y centrar toda la presión sobre Sánchez. “No tengo ningún interés, ni es mi estilo. La responsabilidad política es del presidente”, dijo el líder del PP en la primera intervención pública en la que despejó esa duda: no la harían comparecer en el Senado.
Pero este lunes el PP de la Comunidad de Madrid encabezado por Isabel Díaz Ayuso dio un paso adelante al avanzar que sí llamarán a la mujer de Sánchez para que comparezca en la comisión de investigación impulsada en la Asamblea madrileña relativa a la derivada de la Universidad Complutense. En el PP nacional no entraron a valorar la decisión y se ciñeron a reconocerla como “autónoma” dentro de las competencias que tiene el Parlamento autonómico y muy especialmente al verse afectada una institución universitaria clave en la capital.
El reparto de papeles se abrió paso: Feijóo sigue defendiendo que Begoña Gómez no debe ir a las Cortes Generales pero, al mismo tiempo, el PP madrileño sí estrechará el cerco sobre ella. Y lejos de producirse un conflicto, en Génova reconocen que la formación madrileña “está en su derecho” de esclarecer lo ocurrido en la Complutense, diferenciándolo de la investigación relativa a la red identificada en el Ministerio de Transportes sobre las mascarillas de la pandemia.
Hace unos meses en el PP ya identificaron la derivada de la Complutense como “clave” hasta el punto de plantearse una ampliación en la comisión del Senado, convencidos, además, de que sería el asunto con mayor recorrido judicial. Tanto es así que justamente este lunes la Audiencia Nacional ha comunicado que permitirá al juez Juan Carlos Peinado continuar investigando los contratos de la mujer del presidente con el empresario Carlos Barrabés y la cátedra de la Complutense que ella dirigía. La Audiencia tan solo frena al juez en lo que tiene que ver con Globalia y el rescate de Air Europa.
Sin embargo, en Génova reconocían este lunes también que el Senado no se meterá en el asunto de la Universidad para distinguir “la trama nacional” de las derivadas regionales, dejando en manos del PP madrileño todo lo relativo a la Complutense. Y avalando, finalmente, que el partido de Ayuso sí llame a la mujer de Sánchez al Parlamento autonómico.
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Para los conservadores, las informaciones periodísticas relacionadas con la cátedra de Gómez o la implicación de grandes empresas (algunas participadas por el Estado) en el desarrollo de un ‘software’ de manera gratuita que utilizó la mujer del presidente- son lo que realmente tienen “recorrido propio” y consideran que al tratarse de la universidad más importante de Madrid y a nivel nacional, “están justificados” los pasos que dé el PP para esclarecer todo lo ocurrido.