A nivel personal, Marash Kumbulla no podría haber imaginado un mejor inicio de temporada con el RCD Espanyol. El central albanés llegó este verano cedido procedente de la Roma en busca de minutos, un movimiento completamente acertado para todas las partes que ha consolidado al defensa como uno de los jugadores a seguir en el futuro.
Llegó a Barcelona después de una lesión de larga duración que marcó un antes y un después en el jugador. Necesitó apoyo psicológico, aunque reconoce que ahora se encuentra mucho mejor: “Fue duro, pero ahora me siento muy bien. Tras una lesión así, se necesita mucho tiempo para volver a ser el de antes. No pienso en el futuro, me concentro en el presente. Incluso solo entrenar a diario ya me da mucha felicidad. Necesité ayuda psicológica y no tengo problema en decirlo, me ayudó mucho“, explica en una entrevista a ‘Radio TV Serie A’.
Un ídolo en el Espanyol
Después de la lesión, Kumbulla necesitaba volver a sentirse futbolista. En la Roma, las oportunidades eran más bien escasas así que decidió buscar nuevos destinos fuera para recuperar sensaciones: “Necesitaba jugar con esa continuidad que no había tenido en las últimas temporadas. El Espanyol me convenció desde el punto de vista técnico de que ir a Barcelona era la decisión correcta. Al hablar con el club, no me garantizaron la titularidad, pero dijeron que confiaban mucho en mí. Y eso fue lo que me convenció”, explica.
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En Barcelona, Kumbulla ha encontrado nuevos motivos para sonreír siendo futbolista: “Aquí, mi familia y yo nos encontramos de maravilla; hay un clima estupendo y es una ciudad bellísima. Como latino, me siento muy cómodo en España”. La verdad es que el central ha caído de pie en su nuevo hogar y ya se postula como el gran baluarte defensivo del equipo de Manolo González: “Soy un defensa muy agresivo, me gusta el contacto con el delantero, independientemente del sistema que usemos. Conocí la historia de Manolo unas semanas después de mi llegada, pero enseguida se veía que era una persona humilde y cercana“. Un jugador de categoría para apuntalar el objetivo de la salvación del Espanyol esta temporada.