Kamala Harris es el nombre del momento y está a un paso de hacer historia y convertirse en la primera presidenta de los Estados Unidos. Para ello, deberá vencer a Donald Trump en las elecciones que se celebrarán esta semana, aunque los sondeos apuntan a unos resultados muy ajustados.
A diferencia de su rival, la vida profesional de la candidata demócrata se centra principalmente en su carrera en el mundo del derecho y la política, y no cuenta con escándalos ni participaciones en el mundo del espectáculo.
De origen diverso y con unos valores progresistas y firmes
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Kamala Davi Harris nació en Oakland en 1964, aunque pasó la mayor parte de su infancia en Montreal, Canadá junto a su madre, una bióloga especialista en cáncer de mama de origen indio. Su padre era un inmigrante jamaicano que ejerció de profesor universitario.
De pequeña formó parte de un coro bautista en una iglesia negra y de adolescente creó un grupo de danza que actuaba en centros comunitarios y eventos.
Más tarde se graduó en ciencia política y economía en la Universidad Howard y entró en el mundo de la abogacía por parte de la Universidad de California, estado donde empezó a trabajar en 1990.
Durante los primeros años fue la fiscal de distrito adjunta del Condado de Alameda, aunque ya mostró interés por participar en los círculos de toma de decisión, aunque siguió trabajando en casos de abusos infantiles. Continuó en el mundo de la ley y se convirtió en fiscal de la ciudad y el condado de San Francisco.
Fue entonces cuando vivió uno de los ‘highlights’ de su carrera, cuando se mantuvo firme en su decisión de no sentenciar una persona a pena de muerte por el asesinato de un policía, pese a la petición de la alcaldesa del momento en el mismo funeral de la víctima, donde también estaba Kamala.
En 2011 fue elegida Fiscal General de California, siendo la primera mujer y primera persona afroamericana en ocupar el cargo. Ya en 2017 entró a formar parte del Senado por el Partido Demócrata de California, elección que fue reafirmada tanto por Joe Biden, como por Barack Obama.
En 2020, Harris se presentó a las primarias para acceder a la Casa Blanca, aunque perdió contra el candidato Bernie Sanders. Sin embargo, en el proceso consiguió el favor de muchos estadounidenses que compartían sus políticas progresistas.
En el mismo año, entró a formar parte del ejecutivo de Biden como vicepresidenta, siendo la primera mujer y afroamericana en conseguirlo. Su popularidad alcanzó nuevas cotas gracias a la defensa de los derechos reproductivos de las mujeres durante 2022.
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Ahora está a un solo paso de ocupar el cargo más importante en la política de los Estados Unidos.