Las elecciones norteamericanas están a la vuelta de la esquina y los candidatos de los dos partidos mayoritarios organizan sus últimos actos de campaña para convencer a los indecisos.
Así, tanto Kamala Harris como Donald Trump se encuentran en unos días muy apretados y su agenda de actos rebosa de actividades.
Una de las más sonadas ha sido la protagonizada esta misma noche por el magnate y candidato a su segunda legislatura al frente de la Casa Blanca.
Durante la campaña ya había comentado que tenía la intención de ir a un McDonald’s y ponerse en la piel de uno de sus potenciales votantes. Todo ello viene de unas palabras de Harris donde apuntaba a que había trabajado en un restaurante de esta cadena durante un verano cuando era estudiante, algo que Trump negó rotundamente.
Con ello, el candidato republicano se ha puesto el delantal y se lo ha podido ver sirviendo friendo y sirviendo patatas fritas. “Ahora mismo voy a por un trabajo en McDonald’s. Realmente he querido hacer esto toda mi vida“, decía el expresidente desde el restaurante.
De esta manera, tras un primer pedido sirvió a una familia a quien añadió “unas cosas extra” a su cuenta. Sin embargo, no se mojó ante la pregunta sobre si se debería aumentar el salario mínimo y simplemente dijo: “Esta gente trabaja duro. Son geniales”.
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Tras ello, ha seguido con los ataques directos a su rival política asegurando que “al final de la mañana habrá frito más patatas que Kamala Harris nunca“, algo que “conecta con los estadounidenses trabajadores”.