La Policía de Australia informó este lunes que investiga como un “incidente terrorista” el incendio provocado en una sinagoga de la ciudad sureña de Melbourne el viernes pasado, que se saldó con importantes daños en esta propiedad y dos heridos leves.
“Es probable que se trate de un atentado por motivos políticos. Esto es ahora una investigación de terrorismo”, anunció hoy la subcomisionada de la Policía Federal Australiana (AFP, siglas en inglés), Krissy Barrett, en una rueda de prensa en Melbourne.
La decisión, que da más poderes a las autoridades para investigar y detener a los sospechosos y destinar más recursos financieros y de inteligencia, se adoptó al término de una reunión entre representantes de la AFP y la Policía del estado de Victoria, cuya capital es Melbourne, para clasificar este incendio deliberado.
Esta conclusión se alcanzó después de que las investigaciones realizadas por los agentes durante el fin de semana arrojaran “información y pruebas” para determinar que se trata de un “atentado terrorista”, explicó el comisionado de la Policía de Victoria, Shane Patton, en rueda de prensa.
Al asegurar que no hay indicios de que se produzca un nuevo ataque contra otra sinagoga en su jurisdicción, Shane aclaró que por ahora las autoridades intentan dar con el paradero de tres sospechosos del ataque, sin dar más detalles.
En su turno, la jefe del Gobierno de Victoria, Jacinta Allan, reiteró que ante este “ataque horrible, malvado y antisemita, que ahora sabemos que es un atentado terrorista”, los pensamientos de sus compatriotas deben estas con la comunidad judía en Melbourne.
El incendio, que se produjo alrededor de las 4:10 hora local (17:10 GMT del jueves) en la sinagoga Adass Israel, en el sureste de Melbourne, causó daños significativos en el edificio, aunque nadie salió gravemente herido a pesar que un número indeterminado de miembros de esta congregación se encontraba dentro para la oración matutina.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en octubre del año pasado se han registrado agresiones contra australianos judíos, una comunidad que representa el 0,4 % de la población de más de 26 millones de habitantes.
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El Ejecutivo de Camberra ha mostrado en varias ocasiones su preocupación respecto a la división creada en la sociedad australiana a raíz de la guerra en Gaza, e incluso ha creado dos cargos especiales para combatir el creciente antisemitismo y la islamofobia en la nación austral.