Pasar más tiempo frente a las pantallas aumenta la probabilidad de que los niños de 9 y 10 años desarrollen problemas de salud mental. Es la conclusión de un estudio de la Universidad de California en San Francisco, uno de los primeros análisis a largo plazo del problema. Los investigadores siguieron a un grupo diverso de menores durante dos años para descubrir que las horas que se pasaban frente a un móvil o una tableb se asociaba con síntomas más graves de depresión, ansiedad, falta de atención y agresividad. El artículo aparece en BMC Public Health.
Aunque “los tamaños del efecto son pequeños”, según señalan en el artículo, sí fueron constantes. El tiempo frente a la pantalla estaba estrechamente relacionado con los síntomas depresivos y, en menor medida, con los síntomas de conducta, somáticos y de déficit de atención e hiperactividad. Además, las pantallas usadas para el videochat, los mensajes de texto, los vídeos y los videojuegos fueron las que se asociaron más con estos síntomas.
Este mismo martes, un estudio de Unicef concluía que el 41% de los adolescentes manifiestaba haber tenido un problema de salud mental –o cree haberlo tenido– en el último año, pese a que casi el 90% no había pedido ayuda. Aunque muchos y muchas usaban sus redes sociales “como un activo para su salud mental”, es decir, como un instrumento en busca de ayuda, más del doble de chicas (34,3%) que de chicos (13,3%) se comparan con personas que muestran vidas perfectas y sentían presión por tener un físico determinado, con todo lo que esto supone. Aun así, este trabajo de la Universidad de California, cuya muestra estuvo compuesta por un 48,8% de mujeres y un 47,6% de minorías raciales o étnicas de los más de 9.500 menores que participaron, no encontró difrencias por sexo.
Más preocupacíón por la salud mental
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El último Barómetro de FAD Juventud y Mutua Madrileña sobre Salud y Bienestar, realizado hace un año entre jóvenes de 15 a 29 años, mostraba que más de la mitad de los jóvenes sienten estrés, especialmente entre mujeres. Además, alrededor del 40% de los jóvenes está teniendo ya síntomas negativos de forma muy frecuente, como falta de energía (46,2%), tristeza (44,2%), problemas para concentrarse (44,9%), miedo ante el futuro (42,7%), falta de interés por hacer las cosas (40,7%) y problemas para dormir (39,2%).
Y, aunque en términos generales la situación con respecto a los trastornos de salud mental graves ha mejorado ligeramente desde el final de la pandemia, la ansiedad parece haberse enquistado: en 2023, cerca del 40% de los jóvenes dice que la ha padecido, frente al 31% dos años atrás.
La preocupación por la salud mental de los adolescentes ha aumentado en los últimos años según se iba disparando el uso de las pantallas. En España, en torno al 69% de los niños y niñas supera el límite de tiempo máximo de exposición -que se sitúa en 60 minutos diarios según los expertos- a las pantallas de móviles, tabletas u ordenadores recomendado por los expertos.
Los autores del trabajo publicado en BMC Public Health recsaltan que los teléfonos inteligentes, tabletas, televisores y otras tecnologías basadas en pantallas se han vuelto cada vez más omnipresentes y se han integrado en la vida familiar.
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El aumento del tiempo frente a ellas, exponen, “puede ser un posible reflejo del uso problemático de las mismas, incluida la dificultad para autorregular el uso y los consiguientes deterioros funcionales personales, familiares, sociales y escolares”. Además, recuerdan que los estudios han vinculado el aumento de la exposición a las pantallas con una disminución del control inhibitorio a nivel neurológico y conductual, y recuerdan que los menores tienen un 50% más de probabilidades de sufrir un episodio depresivo mayor que hace 20 años.