La Juventus de Thiago Motta se sacudió de la mediocre racha en la que estaba sumido y, con un 4-0 al Cagliari en el Allianz Stadium, se metió en los cuartos de final de la Coppa Italia, todo valiéndose de un golazo de tiro libre de Teun Koopmeiners, otro buen tanto de Dusan Vlahovic en la primera etapa y los aportes de Francisco Conceiçao y Nico González.
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Di Gregorio; Savona, Locatelli, Kalulu, McKenney; Thuram, Kupminers (Gati, 58′); Canceisaa (Vea, 81′), Yildiz (Gonzalez, 66′), Mbangula; Vlahovich (Adjich, 81′). |
Scafet; Zappa (Azi, 69′), Palomina, Vetesca, Augello; Sorteo, Marin (Felici, 58′), Prati, Deyola (Adopa, 82′); Gaetano, Lapadula (Pavaletti, 69′). |
Le tocaba a los ‘bianconeri’ ganarse su lugar en la próxima ronda como ya lo hicieran el Milan, Bolonia, Empoli y Lazio, este último cargándose a todo un Nápoles a principios de diciembre. Parecía tarea sencilla ante un Cagliari que en Serie A batalla por salir de los puestos de descenso, hundiéndose en la 18ª plaza con apenas 14 unidades tras 16 jornadas disputadas. Los de Motta, por tanto, son sextos producto de una crisis de empates seguidos (cuatro al hilo), pero en Champions gozaron de la alegría de vencer al Manchester City.
Y eso que fue el visitante el que casi da la sorpresa nada más comenzar el partido. Un centro por banda de Tommaso Augello aterrizó en las botas de Gianluca Lapadula. El delantero peruano buscó el remate raso de zurda, obligando a Di Gregorio a emplearse con un paradón antes de llegar al minuto cumplido de juego.
Sería el aviso de la valentía de los de Davide Nicola, que aún aguantarían casi toda la primera parte sin recibir gol. Casi, porque al 44′ Vlahovic se hizo un espacio dentro del área y, inventándose una media vuelta rápida, batió a Simone Scuffet para decretar el 1-0 previo a irse a vestuarios.
Golpeado se fue el Cagliari a vestuarios tras el certero martillazo de la ‘Vecchia Signora‘. Y cuando Ermano Feliciani pitó el comienzo de la segunda parte, el trámite fue el mismo, con los locales llevando la batuta. Tanto que, al 53′, la ventaja se duplicó. No fue por jugada hilada, sino por una bella creación de Koopmeiners, que con un excelso cobro de falta sentenció el 2-0 para poner pie y medio en cuartos de final.
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Parecían ya estar netamente clasificados cuando, al 55′, Vlahovic marcó su doblete personal pinchándola sobre la humanidad de Scuffet. El árbitro, para su infortunio, decretó fuera de juego y dejó todo como estaba. El tercero, por consecuencia, quedó en los pies de Conceiçao, que al 80′ puso números de goleada. Nico González, ingresado en la segunda etapa, sentenció el choque con una preciosa vaselina en el añadido, bajando el telón del duelo y afirmando a los suyos en cuartos de la Coppa.