El Gobierno ha lanzado este martes dos mensajes contundentes a Junts per Catalunya. Por un lado, que Pedro Sánchez no piensa someterse a la cuestión de confianza que le reclama Carles Puigdemont. Por otro, que la importancia de aprobar los Presupuestos del año que viene, un proyecto para el que resultan indispensables los siete diputados posconvergentes, es relativa.
En el mismo día en el que la Mesa del Congreso ha decidido aplazar la decisión de si tramita o veta la proposición de ley de la formación independentista, cuya relación con el PSOE se encuentra en horas muy bajas, el Ejecutivo ha dejado claro que ocurra lo que ocurra con esta iniciativa parlamentaria, cuyos efectos jurídicos son nulos, el presidente no acudirá a la Cámara baja para comprobar si mantiene el apoyo de los grupos que hicieron posible su investidura.
“La moción de confianza se regula expresamente en la Constitución y únicamente la puede presentar el presidente previa deliberación del Consejo de Ministros”, ha señalado primero el ministro de Justicia, Félix Bolaños, para quien la vía sin precedentes empleada por Junts (una proposición no de ley) tiene “otra función”.
La portavoz y titular de Educación, Pilar Alegría, ha ido justo después un paso más allá. “La cuestión de confianza es una prerrogativa del presidente del Gobierno. Las dos formaciones que integran el Ejecutivo [el PSOE y Sumar] consider que no ha lugar”, he said.
Pero Alegría también se ha detenido en las cuentas públicas del año que viene, el proyecto que de salir adelante blindaría la actual legislatura, llevándola hasta 2027 y despejando la incertidumbre de un adelanto electoral. El Gobierno continúa insistiendo en que quiere aprobar los Presupuestos, pero en un contexto de mayor pesimismo sobre el futuro de esta iniciativa añade que continuará adelante aunque no salgan aprobados.
Relaciones en un momento bajo
“No se dan las condiciones para que negociemos los Presupuestos de Sánchez”, dijo este domingo en una entrevista con EL PERIÓDICO DE CATALUNYA el secretario general de Junts, Jordi Turull. No fue el único síntoma del mal momento por el que pasan las relaciones entre socialistas y posconvergentes. El viernes se reunieron en Suiza dirigentes de ambas formaciones, en un encuentro también adelantado por este diario, y según fuentes del partido de Puigdemont la cita no sirvió para llevar a cabo un acercamiento.
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“El Gobierno mantiene el optimismo y la perseverancia. Vamos a seguir dialogando. Nuestra pretensión es aprobar los nuevos Presupuestos. Somos conscientes de que son negociaciones arduas y complejas. Pero también es importante recordar que el actual Presupuesto, ya prorrogado, fue aprobado por este Gobierno”, ha añadido Alegría tras el Consejo de Ministros, alentando la idea de una nueva prórroga que se alargue durante todo 2025.