Lamine Yamal mira al clásico de cara. Sin ningún temor. Su crecimiento como jugador ha sido espectacular en muy pocos meses. La ambición de pensar en grande le motiva y, en una entrevista LaLiga World, mostró sus sensaciones antes de enfrentarse al Real Madrid.
El ambiente hostil que se encontrará en el Santiago Bernabéu no le hará temblar las piernas. Ya lo demostró en la Eurocopa cuando tiró de la selección española contra la anfitriona Alemania en Stuttgart con el estadio empujando al combinado teutón en los cuartos de final de la Eurocopa.
“Este año cuando recibo el balón sí que siento como la grada empieza a gritar, me motivo mucho“, afirmó Lamine. A domicilio no se esconde y en Montjuïc es habitual cómo alza los brazos cada vez que hay un saque de esquina o de banda para pedir la ayuda de los culers.
Lamine tendrá delante un duro hueso como el Ferland Mendy, pero su presencia no cambiará su forma de jugar: “Suelo mirar al lateral y voy a por él con todo. Es una sensación que no había tenido nunca“.
El elemento motivador de Lamine Yamal es sorprendente. “Es como si mi madre estuviera delante de mí diciéndome que vaya para el rival. Es una sensación que no puedo describir, pero que es increíble”.
El delantero blaugrana explica que la familia ha jugado un papel fundamental para tener un buen comportamiento en el campo, pese al juego duro que a veces recibe. Lamine considera que “lo más importante de una persona es ser como te han educado tus padres. Así se ve cómo es uno“.
Sentimiento culer
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A las puertas del clásico, Lamine no se corta y afirma que “me gustaría ser recordado en la historia del Barça como una leyenda. Gracias al Barcelona soy quién soy. Me lo ha dado todo”.
El objetivo de la estrella barcelonista es continuar muchos años defendiendo la camiseta del azulgrana hasta el punto que aspira a “estar en el Barça toda mi vida”, aunque es consciente de que es muy joven y que “mi vida al final depende del fútbol“.
Lamine Yamal se ha hecho mayor muy rápido. Con 16 años ya era un referente en el Barça y en la selección española. A los 17 continúa cada día enseñando nuevos matices de su juego en forma de regates, pases imposibles o reacciones inesperadas con el balón en los pies.
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Su lectura del juego es espectacular. En el Bernabéu quiere exhibir otra vez su clase y conseguir una victoria que dejaría al FC Barcelona con seis puntos por delante de los blancos en la tabla clasificatoria de la Liga.