Pocas personas manejan la presión como Luis Enrique. El asturiano no se casa con nadie, no regala los oídos y no emplea mentiras piadosas ni eufemismos para quitarle gravedad a la situación. ‘Lucho’ dice las cosas como son y también lo hizo tras caer en el Allianz contra el Bayern en un partido que puede significar la eliminación del PSG de la primera Champions League con el nuevo formato.
En Europa los partidos toman otra dimensión. Parece que los errores se pagan más caros y, si no se es determinante en las áreas, es ‘misión imposible’ ganar. En el Allianz, el PSG volvió a comprobarlo. Luis Enrique apostó por Matvei Safonov y sentó a Gianluigi Donnarumma, meta italiano que ya ha salido en varias fotografías de goles importantes que ha recibido el PSG en Champions en otras campañas, pero el ruso falló y ‘regaló’ el único gol del partido al Bayern con un mal despeje de puños en un saque de esquina.
La expulsión de Ousmane Dembélé en el minuto 58 acababan de ‘matar’ las aspiraciones del PSG en el partido, y puede que en la competición, exhibiendo una vez más que en Europa es vital disponer de un portero de garantías (que se lo pregunten al Real Madrid con Thibaut Courtois) y de un delantero que resuelva partidos. Y las estrellas de los parisinos no acaban de brillar, por lo menos, de manera ininterrumpida. De hecho, Manuel Neuer completó más regates durante el choque (1) que Bradley Barcola o el ex del Barça y desde la eliminatoria de cuartos del año pasado contra el Barça, ningún delantero del PSG ha sido capaz de marcar en Champions.
Dembélé exlusado frente al Bayern / EFE
El plan no era malo: pelear hombre a hombre con los futbolistas del Bayern, defender lejos del área y enfilar la portería de Manuel Neuer cada vez que había espacio para correr. Pero el meta alemán tuvo una noche plácida. Luis Enrique suma seis victorias, tres empates y ocho derrotas con el PSG en la Champions. Seis de estas ocho, sufridas en el 2024. Y la temporada pasada el equipo llegó a semifinales.
Cuatro puntos en cinco partidos
Con cuatro puntos en cinco partidos, la única victoria del PSG esta temporada en Champions se sumó en el debut contra el Girona con un autogol de Paulo Gazzaniga en el último minuto. El 2-0 recibido en el Emirates, el 1-1 contra el PSV Eindhoven en el Parque de los Príncipes y la dura derrota contra el Atlético de Madrid (1-2) sobre la bocina, tras desaprovechar incontables ocasiones para sumar los tres puntos, dejaron al PSG demasiado necesitado para la visita a Múnich.
Una situación totalmente opuesta a la que se vive en la Ligue 1, el campeonato doméstico. En Francia, el PSG defiende la corona con holgura, sumando 32 puntos en 12 jornadas, a seis de distancia del segundo clasificado, el Mónaco de Adi Hütter. Parece que allí no notan esa presión especial que se respira en la Champions.
Si no ganamos los tres partidos que quedan, probablemente no nos clasificaremos
No hay tiempo para lamentarse y Luis Enrique lo tiene tan claro como que “tenemos que ganar los tres partidos que quedan. Si no los ganamos, es posible que no nos clasifiquemos“, aseguraba en rueda de prensa. Y por si había dudas, entonó el ‘mea culpa’ ante la prensa. Lejos de señalar a Safonov o Dembélé, que no tuvieron su mejor partido, se apuntó a él mismo: “Aquí tienes al culpable, soy yo“.
Luis Enrique during the party in front of Bayern Munich / LAP
Instalados en la vigesimosexta plaza, el PSG está fuera del ‘Top 24’ de la Champions y, obviamente, a años luz del ‘Top 8’, el que brinda billete directo a los octavos. Una situación de crisis teniendo en cuenta la obsesión que hay en Qatar para levantar la ‘Orejona’. En su docuserie, No tenéis ni p*** idea, el propio Luis Enrique hablaba de ello: “En el PSG hay la obligación de ganar la Champions, y eso te va comiendo“. Y el asturiano sabe que se juega la temporada en tres partidos.
Salzburgo, City y Stuttgart
Primero, ante el Salzburgo, sobre el papel, el rival más fácil. Una derrota contra los austriacos, además de ser completamente inesperada, podría tener consecuencias irreversibles en el proyecto del asturiano. Una cosa es caer en semifinales de la Champions, otra, muy distinta, no presentarse ni al playoff para acceder a los octavos.
Después de la visita a Austria, al PSG le tocará recibir al Manchester City de Pep Guardiola, que vive una profunda mala racha, en el Parque de los Príncipes. Sin embargo, y de haber hecho los deberes ante el Salzburgo, en Francia no se pueden confiar ni un pelo, pues el cuadro inglés cuenta con jugadores que pueden liquidar el partido en cuestión de segundos. Y el milagro que obró el Feyenoord en el Etihad, remontar un 3-0, es algo seguramente irrepetible.
Haaland did not save the city from disaster / LAP
Finalmente, si en la capital gala se consiguen sumar dos triunfos que dejarían al equipo con 10 puntos, deberían sellar el trabajo en Alemania, en su visita al Stuttgart, para cerrar con 13 puntos una Fase liga nefasta. Ese sería el mejor de los casos. Y claro, habría que conseguir el billete a los octavos ganando al rival que toque en el playoff.
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La Champions es la Champions, y hay que hacer las cosas casi perfectas para conseguir la excelencia. Luis Enrique lo sabe como pocos, pero no está consiguiendo reflejarlo sobre el verde. Su PSG hace cosas bien, pero falla en lo más importante: ser contundente en las dos áreas. Por ello, es tan complicado ganarla. Porque no basta con tener un buen plan o con hacer algunas cosas bien. Hay que hacerlo todo de sobresaliente.