Archivo – the founder of Mango, Isak Andych / Europa Press – Archivo
Los amigos de Isak Andic siempre han destacado la generosidad de este empresario hecho a si mismo. Un tipo con una extraordinaria personalidad, que no tenía un no para nadie y con un don creativo especial para innovar constantemente. Tuve la suerte de conocer a Isak a finales del 2008 en una cena privada con unos amigos en común.
Meses más tarde, a finales de mayo del 2009, justo antes que se disputara la final de la Champions de fútbol, recibí una llamada suya. Me explicó que el 27 de mayo viajaría a Roma para presenciar la final que disputaba el Barça contra el Manchester United y que si podía conseguirle dos entradas. No eran para él. Las suyas ya las tenía. Unos amigos suyos se las habían conseguido, pero me explicó que no quería dejar a los dos pilotos de su jet privado en el que viajaban sin ver la final. En ese vuelo se desplazaron nueve personas. Pueden imaginar que eran los principales empresarios y empresarias de Barcelona.
Sin embargo, la preocupación de Andic era lograr que dos de los suyos no se quedaran a la puerta del estadio. Se las conseguí y su agradecimiento fue tal que me invitó a ocupar la plaza que quedaba libre de su jet. Mi hijo pequeño, Juanito, hacía pocos días que había nacido y eso me permitió realizar un viaje exprés a una final inolvidable para todos los culés. Desde entonces, siempre que hemos coincidido se ha mostrado como una persona amable y próxima.
El último día que le vi fue hace justo un mes en los últimos premios Planeta. Saludó al Rey con el mismo entusiasmo que al resto de personas que se le acercaban. Eran muchos, pero aún y así, tuvo unos minutos para preguntarme por el Barça. La semana pasada pude estar con él en una de esas habituales tertulias que organizaba en casa de Jose Maria Xercavins. Cada vez que recalaba en Barcelona llamaba a ‘Xerca’ y preparaban un encuentro para hablar de temas de actualidad. Un viaje a Madrid me impidió estar presente.
[–>
No faltaron sus amigos habituales como Pepe Crehueres, Marian Puig o Javier Faus, además de tres periodistas referentes de la ciudad. Hablaron largo y tendido de la victoria de Donald Trump. Hoy todos ellos le lloran. No pueden entender lo sucedido. Pues sí, nos ha dejado un empresario irrepetible. España, Catalunya y Barcelona ha perdido a un referente y sus amigos a un tipo irrepetible.