El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, anunció este miércoles recortes en el gasto público que permitirán al Gobierno ahorrar 70.000 millones de reales (11.800 millones de dólares / 11.160 millones de euros) en los próximos dos años.
En un guiño a la clase media, Haddad también confirmó una exención en el impuesto de la renta para aquellos que ganen hasta 5.000 reales (840 dólares) al mes, medida que generó este miércoles nerviosismo en la bolsa de São Paulo y llevó el dólar a máximos históricos.
Según el ministro, parte del ahorro en el gasto vendrá a partir de una reforma en el sistema de pensiones de los militares, con el establecimiento de una edad mínima para pasar a la reserva y límites para la transferencia de este tipo de jubilación. “Las medidas combaten privilegios incompatibles con el principio de igualdad. Vamos a corregir los excesos y garantizar que todos los funcionarios estén sujetos al techo constitucional”, expuso Haddad en un pronunciamiento en red nacional en el que dio a conocer las líneas maestras del paquete fiscal, esperado desde hace semanas por el mercado financiero.
También propuso cambios en las reglas del pago del abono salarial, un beneficio anual concedido a trabajadores bajo una serie de condiciones, y en la distribución de los recursos de los que disponen los parlamentarios para atender a sus feudos electorales. Garantizó, además, que el aumento del salario mínimo “seguirá subiendo por encima de la inflación, de forma sostenible, pero dentro de la nueva regla fiscal”. “Frente al escenario exterior, con conflictos y guerras comerciales, tenemos que cuidar aún más nuestro hogar. Por eso estamos tomando las medidas necesarias para proteger nuestra economía”, justificó. En su opinión, estas iniciativas “consolidan el compromiso del Gobierno con la sostenibilidad fiscal del país”.
Haddad contrarrestó los recortes con esa exención en el impuesto sobre la renta, una promesa de campaña del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo mandato termina en enero de 2027. Actualmente, la franja de exención oficial es hasta los 2.259,20 reales (380 dólares). La ampliación de esa cota beneficiará a alrededor de 35 millones de contribuyentes, según las estimaciones de la Asociación Nacional de Auditores del Fisco Federal.
Ese anunció provocó serias turbulencias en el mercado financiero brasileño. La bolsa de São Paulo perdió hoy un 1,7% y el dólar alcanzó un récord histórico (5,91 reales). Los agentes financieros temen que la medida pueda dificultar el control del déficit público, que en estos momentos roza el 10 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país, y hacer inútil la contención del gasto anunciada.
Sin embargo, para compensar esa posible caída en la recaudación, Haddad indicó que aquellos que ganen más de 50.000 reales (8.400 dólares) mensuales “pagarán un poco más” de impuesto sobre la renta.
A pesar del elevado déficit fiscal, la economía brasileña crecerá por encima del 3% este año, según las previsiones del Gobierno, el mercado y algunos organismos internacionales. Además, el país convive con una de las tasas de desempleo más bajas de las últimas dos décadas (6,4%).
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Pese a los buenos datos macroeconómicos, la popularidad de Lula está en su nivel más bajo (35,5%) desde que asumió el poder, en enero de 2023, según una encuesta divulgada este mes por la Confederación Nacional del Transporte.