La dimensión de la tragedia en la provincia de Valencia todavía está por escribirse. A punto de cumplirse una semana del inicio de la catástrofe, el líder del PP insiste en que debería declararse la emergencia nacional en la zona afectada, lo que implicaría que el Gobierno central tomara el mando. Hasta ahora, el ‘president’ de la Generalitat, el popular Carlos Mazón, ha rechazado perder el control. Feijóo lleva días defendiendo que la gravedad de la situación no puede gestionarse desde una comunidad autónoma, sino que debía ser coordinada por el Ejecutivo, chocando con la posición del Gobierno valenciano.
En Génova insisten en que esa es la posición que tendría Feijóo si fuera presidente del Gobierno y aunque evitan desautorizar a Mazón, insisten en que lo que hay encima de la mesa es “una emergencia nacional” que debe encabezar el Ejecutivo con la prioridad de que la dotación de recursos llegue de inmediato a las localidades devastadas sin depender del nivel de emergencia, ni de las peticiones que deben producirse entre administraciones. “Esto es un asunto suprautonómico. Mazón hace política autonómica, nosotros pedimos a Sánchez que haga política nacional. No buscamos un cambio de mando, sino eficacia y respuesta clara”, resumen en el entorno de Feijóo. La cuestión es que la ley del Sistema Nacional de Protección Civil (de 2015, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy) es muy clara: si esa petición se llevara a cabo el mando recaería en el Ministerio del Interior.
En realidad, esta es la posición que ha venido defendiendo el líder del PP mientras Mazón tenía la suya. Pero en lo que sí se ha producido un cambio claro es el discurso y el tono del jefe de la oposición, como se vio en la comparecencia -sin preguntas de los periodistas- este lunes tras reunir al comité de dirección. Le acompañaron -sentados en primera fila ante los medios de comunicación- Cuca Gamarra y Esteban González Pons, de la total confianza de Feijoo y valenciano.
El giro fue evidente: “Es momento de arrimar el hombro e ir todos a una. No voy a caer en nuevas críticas al gobierno. No me merece la pena”, afirmó.
Hace unos días -el pasado jueves y desde Valencia- se había lanzado a las críticas hacia Pedro Sánchez y descargó la responsabilidad de lo sucedido -la gestión inicial, la tardanza de las alertas…- sobre el Gobierno. Ni siquiera Mazón empleó entonces ese tono ni descargó las culpas, tal y como ya hizo ayer. En Génova recalcan que el objetivo era “defender” al ‘president’. Una defensa que ni en el fin de semana ni ayer se volvió a ver de manera activa.
A aquellas palabras de Feijóo del jueves le siguió un día de silencio. Después, el sábado, volvió a escribir en sus redes sociales que la situación era una “urgencia nacional”. Y el domingo, tras las imágenes en Paiporta, donde los vecinos descargaron su rabia contra los Reyes, el presidente del Gobierno y Mazón, mostró su respaldo total al jefe del Estado sin hacer mención a las agresiones. Ni tampoco al ‘president’ valenciano.
Este lunes, en un cambio claro, Feijóo aseguró que sus”diferencias” con el presidente del Gobierno “son evidentes y no se han acortado”. Pero, acto seguido, lanzó: “Es tiempo de ocuparnos de la reparación de lo que aún se puede reparar. Aquello en lo que podemos trabajar juntos”, aseguró.
El cambio de discurso se sustanció también en la insistencia de que el Gobierno central “puede contar con los votos” del PP para poner en marcha la declaración de esa emergencia nacional, la solicitud a la Comisión Europea de más ayudas, y el lanzamiento de lo que Feijóo llamó “el plan Valencia” para reconstruir la provincia y aprobar medidas urgentes y extraordinarias que se inyecten directamente a los ayuntamientos y sectores productivos.
La reflexión del líder conservador también evidenció un análisis en Génova sobre el papel que han jugado los políticos en estos días de tragedia: “Soy consciente de la maltrecha relación de confianza de los españoles con los políticos. Y soy consciente de que debe haber un antes y un después de todo esto. Deberemos cambiar todo lo que a tantos españoles les hace sentir tantísima frustración con la política. Necesitamos una política humilde, autocrítica, colaborativa y sincera”, afirmó.
Las imágenes de Paiporta este domingo han recorrido la prensa internacional con la rabia de los vecinos – y también algunos agitadores, que agredieron al presidente del Gobierno y lanzaron objetos contra su coche- y la cara de los Reyes manchada de barro mientras se quedaban a escuchar el enfado y las quejas de la población. Feijóo el domingo se limitó a defender el papel de Felipe VI y la reina Letizia.
[–>
Pero este lunes, en su declaración institucional, dio un paso más también: “Por supuesto que las expresiones de violencia no nos representan. Nunca lo han hecho, ni lo hacen ahora, y las rechazamos, se dirijan a los Reyes, al presidente del Gobierno o al ‘president’ de la Generalitat”, afirmó el líder del PP.