El conflicto entre la directiva del Barça y las peñas que conforman el Espai d’Animació ya está causando estragos. El ambiente en el Estadi Olímpic Lluís Companys en los últimos partidos ha sido más bien desangelado. Dentro de una mala dinámica de resultados, el equipo de Hansi Flick tampoco ha podido contar con el apoyo de este grupo de abonados que son esenciales para encender al resto del estadio. En este escenario, el grupo de oposición Suma Barça se ha ofrecido para mediar entre las dos partes con el objetivo de desbloquear el enfrentamiento.
Lo cierto es que la situación está enquistada. Ni el club ni los grupos de animación quieren dar el primer paso para resolver el problema. El Espai d’Animació no está dispuesto a pagar la multa y el Barça no se sentará con estos grupos hasta que no paguen los 21.000 euros que les reclama. Suma Barça pretende ser un puente para que se llegue a una solución consensuada que “compatibilice las seguridad y la libertad de animar al equipo”.
Estas son las palabras de Ricard Font, el portavoz de Suma Barça: “El Barça necesita una Grada Jove que anime el estadio, especialmente este año que nos jugamos tantas cosas. Suma está ahí para ayudar y nos parece que podemos aportar una visión objetiva y una perspectiva de futuro pensando en una Grada Jove que garantice que se anima, que cumpla todos los requisitos de seguridad y encontrar los mecanismos adecuados para expulsar y castigar individualmente a aquellos que no tengan un comportamiento digno del Barça”.
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Suma Barça considera que el diáligo es la vía para resolver la situación y reafirma su apuesta por un modelo de Grada d’Animació que “sea ejemplo de civismo y pasión por el equipo, cumpliendo los requisitos de seguridad y respetando los valores del club”. Además, la plataforma estima que la Grada Jove es un elemento esencial para el dinamismo y el espíritu del Spotify Camp Nou, por lo que quiere que se llegue a una solución a largo plazo para asegurar su continuidad.