Raphinha quiso cerrar ayer cualquier debate sobre lo ocurrido ante Las Palmas, donde siguió con el brazalete puesto, a pesar de la entrada de Frenkie de Jong al campo. Una imagen que contrastó con la de ayer, en Son Moix, donde sí que le cedió la capitanía. Tras el encuentro el brasileño fue tajante: “Frenkie lo merece muchísimo, trabaja mucho y nos ayuda tanto dentro como fuera del campo. Es uno de nuestros capitanes y tenemos un cariño enorme por él. Nos alegramos mucho dentro del vestuario por su partido”, apuntó.
De Jong salió en la recta final del encuentro y en apenas 20 minutos tuvo tiempo de marcar un gol y dar una asistencia a Pau Víctor. El neerlandés lo celebró con Raphinha, otro de los capitanes.
De Jong, en la posiciónn de Olmo
La novedad fue que Flick alineó a De Jong en la posición de mediapunta. El Barça terminó el encuentro con Eric como mediocentro, Gavi en el segundo escalón del mediocampo y Frenkie haciendo las funciones de Olmo.
No es una posición habitual para De Jong que encontró un escenario muy propicio para brillar: un Mallorca que bajó los brazos con la goleada y descuidó las vigilancias. Flick parece muy consciente del momento difícil de De Jong, que aún no se siente seguro en las situaciones de contacto por las lesiones que sufrió en el tobillo. Ponerlo de mediapunta fue una manera de protegerlo; de darle un escenario más cómodo porque implica menos trabajo defensivo y menos situaciones potenciales de poner el cuerpo en riesgo.
Frenkie entró muy bien al encuentro y pudo sacarse la espina de los últimos partidos, donde no terminaba de tener buenas sensaciones. El neerlandés está viviendo una temporada compleja, la primera donde no es indiscutible en el once. Ahora mismo Casadó, Pedri y Olmo son intocables en el mediocampo salvo lesión o rotaciones puntuales.
La buena noticia para Frenkie es que Flick ya lo ha probado en las tres alturas del mediocampo, aunque de momento solo es una alternativa al igual que Gavi y Fermín. El propio De Jong tiene sensaciones encontradas: por una parte reconoce que necesita minutos para recuperar el ritmo, pero por otra parte siente molestias en el tobillo de manera recurrente.
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Un proceso, donde se espera que se vaya acercando cada vez más a su mejor versión. Lo necesita el equipo, que no tiene muchos jugadores en el mediocampo con su capacidad para recorrer mucho metros y corregir situaciones a campo abierto.