Noah Darvich (18 años) está despegando en el Barça Atlètic tras meses de altibajos donde no lograba mostrar el nivel que exhibía con su selección. El mediapunta ha estado viviendo dos realidades contrapuestas: de estrella en las inferiores de Alemania a futbolista sin continuidad y problemas de adaptación en el Barça Atlètic.
Ante el Lugo sumó su quinta titularidad consecutiva, la sexta esta temporada. Este curso también empezó como suplente, pero la plaga de lesiones del filial ha contribuido a que tuviera continuidad. Es más, ante el Lugo jugó su mejor encuentro con el filial de nuevo en un rol que nadie imaginaba en el arranque de temporada.
Albert Sánchez está apostando por él como extremo derecho, a pesar de que Darvich es un mediapunta claro. La lesión en el tobillo de Toni Fernández, que estaba siendo una de las revelaciones de la temporada, ha sido clava para que esté ocupando esta posición. Hace unas semanas el técnico reconoció que las circunstancias explican la posición del alemán.
“Los estamos ubicando en esta posición de extremo también un poquito por necesidad por las lesiones de arriba que todos conocéis. Pero creo que nos está dando cosas por dentro jugando a pierna cambiada”. Darvich ya suma dos asistencias y las mismas titularidades que en toda la temporada pasada.
Cerca del gol
En cada partido el alemán está dando pasitos adelante y parece cuestión de tiempo que explote su faceta goleadora. En los últimos encuentros ya ha rozado el gol, pero sobre todo está mostrando el desequilibrio en situaciones de uno contra uno y la precisión en el último pase que siempre ha definido su fútbol.
Su adaptación no ha sencilla y no solo por el cambio de país. A Darvich le ha costado sobre todo encontrarse cómodo en un sistema donde no existe la posición de mediapunta. Cuando va con su selección, la temporada pasada con la sub 17 y esta con la sub18, juega con total libertad por detrás del 9, en el filial es distinto.
La temporada pasada Márquez lo ubicaba como interior, una posición en la que tenía que soltar rápido el balón y que también exigía más trabajo defenisvo. Darvich no pareció terminar de estar cómodo en esta posición y, además, competía con algunos de los jugadores más brillantes de la plantilla. Futbolistas como Aleix Garrido, Guille Fernández o incluso Moha, que era un fijo para el técnico, terminaron por delante del alemán. Las otras dos posiciones del mediocampo eran para Bernal y Casadó.
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Esta temporada sigue habiendo mucha competencia en el mediocampo con futbolistas como Pau Prim, Ruben López, Guille y Soma. Habrá que ver cómo termina definiéndose el rol de Darvich una vez el equipo vaya recuperando efectivos. En el primer equipo Flick ya lo llamó para la pretemporada con el primer equipo y en las últimas semanas ha participado en alguna sesión. El técnico está pendiente de la evolución de una de las grandes promesas del fútbol alemán.