El cobro de una pensión es uno de los pilares del estado del bienestar. De estas, hay dos variedades: contributivas y no contributivas. Las primeras dependen del tiempo cotizado en la Seguridad Social, y pueden ser por jubilación, por incapacidad permanente, o por fallecimiento como orfandad o viudedad.
Las segundas son prestaciones económicas sin un mínimo de años trabajados, ya que prevalece la situación de vulnerabilidad, que una persona no haya cotizado lo suficiente para acceder a la contributiva de jubilación o invalidez de la persona.
Ahora, el Gobierno de Argentina se ha vuelto firme con las pensiones y podría eliminar entre 120.000 y 160.000 de las denominadas como no contributivas por invalidez laboral.
El objetivo del Gobierno es claro: “En un momento de crisis económica y presión sobre el gasto público, el gobierno busca optimizar los recursos para que se destinen a quienes realmente los necesitan y así no vulnerar los derechos de aquellos destinados a la ayuda, y asegurar que el dinero de los contribuyentes se utilice de manera justa y transparente”.
Requisitos para obtener una pensión contributiva
[–>
- No percibir otros ingresos del Estado
- No tener empleo formal
- Contar con ingresos insuficientes
- Ser ciudadano argentino o residente con más de 10 años de antigüedad en el país
- No estar privado de libertad en un establecimiento penitenciario
[–>
Tras una revisión inicial en la que han investigado a fondo las pensiones, se han observado 2.559 casos en los que solamente el 7% de ellos cumplía con los requisitos legales para recibir la prestación económica.