Todas las alarmas han saltado en el Real Madrid, y muchos dedos apuntan a la presunta gran estrella del equipo, Kylian Mbappé.
El nefasto encuentro del francés en Anfield le colocó en el centro de la diana, penalti marrado incluido. Su inicio de temporada no está a la altura de las expectativas.
Aunque Ancelotti pida paciencia (en un equipo grande pedir paciencia es palabrería hueca), los datos no mienten.
El Big Data señala que, sin contar el encuentro liguero del fin de semana, los datos del crack francés representan un bajón alarmante respecto al Mbappé del PSG.
Su tasa de conversión en todas las competiciones, el baremo entre disparos a puerta y goles anotados, en lo que va de temporada 24-25 no llega al 11 por ciento, un 10,98.
En la campaña 23-24, la última con los parisinos, llegó al 20,4 por ciento. Aún fue mejor la 22-23, con un 22,4% de eficacia.
El mejor registró lo alcanzó el de Bondy en la campaña 2020-21, cuando en el PSG alcanzó un porcentaje de efectividad del 27,6 por cien. Uno de cada cuatro disparos de Mbappé acababa en la red.
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Vestido de blanco, ahora es uno de cada diez. Las cifras no engañan.