Chus Mateo, entrenador del Real Madrid, aseguró la víspera de recibir en el WiZink Center al Virtus Bolonia en la novena jornada de la Euroliga, en un partido en el que no se puede permitir una nueva derrota, que “en casa hay que hacerse fuerte”.
“Tenemos que hacer un esfuerzo grande para volver a la senda de la victoria en la Euroliga. Estamos empezando la primera parte de la competición y debemos tener paciencia. Recibimos a un rival que está jugando mejor últimamente y que tiene jugadores de mucho prestigio”, declaró el técnico madridista.
El Real Madrid ocupa el duodécimo puesto de la clasificación, con tan solo tres victorias, todas conseguidas en casa, y cinco derrotas en sus desplazamientos, en tanto que el Virtus Bolonia es decimosexto con un balance de 2-6. El cuadro blanco ha perdido sus tres últimos partidos ante Olympiacos (79-69), Maccabi Tel Aviv (79-78) y Olimpia Milan (85-76), y el Virtus se impuso en su último encuentro al cuadro israelí (84-77) para poner fin a una racha de dos derrotas. El conjunto italiano trata de conseguir dos triunfos seguidos por primera vez esta temporada al amparo del poderío interior de Toko Shengelia y Ante Zizic, y el tiro exterior de Alessandro Pajola y Matt Morgan.
Para el Real Madrid será determinante encontrar un rendimiento más regular, con menos altibajos, y de nuevo se antoja clave la labor del base argentino Facu Campazzo, decisivo en el triunfo liguero ante el Dreamland Gran Canaria, que en la Euroliga es el cuarto en el índice de valoración con 19,7 de promedio y el segundo en asistencias con 7,4 por partido, así como en la labor bajo los tableros con el caboverdiano Walter Tavares, tercer reboteador del torneo y segundo taponador, a la cabeza, dentro de la necesaria actuación coral del equipo.
“Es muy importante estar juntos y sentir el calor de nuestra gente. En casa hay que hacerse fuerte. La Euroliga tiene una dureza difícilmente comparable a otras competiciones en el mundo. Es muy difícil que haya equipos invictos a estas alturas. No puedes descuidarte con ningún rival y demanda toda nuestra exigencia y energía”, comentó Mateo, quien recalcó que el Virtus es “un equipo con muchos recursos, con jugadores de una talla extraordinaria”, por lo que vaticinó un “partido largo, difícil” que les “demandará mucho”.
Apuntó que espera que Sergio Llull se recupere cuanto antes de sus dolencias y aseguró que “la presión es querer hacer las cosas bien todos los días”. “Tenemos que ser tenaces y no desfallecer. Sumar victorias en cada partido es importante, pero también hay que saber cuándo se decide la competición”, agregó. Alberto Abalde, por su parte, comentó que están “siendo consistentes aquí y es el primer paso para después dar el segundo fuera de casa”, y consideró que no deben “tener altibajos durante el partido” porque hacen bien las cosas por momentos pero en otros son “inconsistentes”.
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“Todas las temporadas es muy difícil ganar fuera de casa y en este inicio de la temporada nos está costando. Hacernos fuertes en casa da muchísimo y siempre nos sentimos muy bien con nuestra afición, con la que tenemos mucha conexión. Intentaremos hacer un buen trabajo para sacar victorias”, señaló Abalde, quien está centrado en el “día a día” y en ayudar en las tareas que le asigne el entrenador.