Tarde especial, la que vivió Vitor Roque ayer. Entre la nostalgia y el ‘pique’ por no haber tenido la oportunidad de quedarse en la plantilla del Barça, el brasileño buscaba reivindicarse ante la atenta mirada de Hansi Flick y Deco. La verdad es que ‘Tigrinho’ no brilló, pero su perseverancia sí le sirvió para acabar siendo uno de los protagonistas del partido al forzar el penalti que permitió al Betis empatar la contienda.
Roque, que suma cinco goles en lo que va de curso, tuvo un buen detalle al saludar uno por uno a los miembros del FC Barcelona, incluidos los del banquillo. Cuando se encontró con Flick, ambos se fundieron en un sincero abrazo.
Con ganas de desquitarse tras las malas sensaciones en el partido dopero frente al Sant Andreu -falló un penalti-, Roque arrancó activo pero envió alto un remate con el pie izquierdo.
Eso sucedió después de que el atacante tuviera que ser atendido al sufrir un golpe en el rostro que le provocó sangre.
Motivado, el brasileño se animó con una jugada de extremo pero su centro no encontró rematador. Fue lo último que hizo antes de marcharse abrazado a su amigo Raphinha camino de vestuarios al término de la primera mitad.
Ya en el minuto 65, Roque protagonizaría la acción que frustraría la tarde a su club de propiedad. El ariete recibió al espacio y gracias a su potencia se adentro en el área. Frenkie de Jong le desplazó con el brazo pero, además, le pisó con el pie y le derribó. Pese a que Muñiz Ruiz no decretó penalti inicialmente -Vitor Roque se enfadó muchísimo-, el VAR cambió la decisión inicial del colegiado y hubo pena máxima favorable al Betis. Tras haber fallado ante el Sant Andreu, Roque no quiso o no pudo ejecutar un lanzamiento que asumió Lo Celso, que batió a Iñaki Peña.
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A 13 minutos para el final, Pellegrini dio entrada a Diao en su lugar, y sería este quien a la postre lograría el 2-2. El Villamarín despidió a Roque con una sonora ovación.