A pesar de que por su nombre pudiéramos que hablamos de un solo músculo o tendón, lo cierto es que el manguito rotador, situado en el hombro, es una estructura compuesta por un grupo de cuatro músculos y sus respectivos tendones (supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor).
Se trata de una estructura esencial del cuerpo puesto que ayuda a estabilizar la articulación del hombro dotándola de fuerza y movilidad, para que funcione correctamente.
Tal como explica el doctor Juan Aguilar, cirujano ortopédico y traumatólogo especialista en patología de hombro y codo en el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre:
- “El manguito rotador es un elemento clave en el correcto funcionamiento del hombro y proporciona la mayor parte de la estabilidad dinámica, permitiendo un movimiento preciso y coordinado”.
Si lo pensamos bien, el hombro es una de las partes del cuerpo que más movemos diariamente, por eso, es muy habitual sufrir lesiones en él. Entre las más habituales se encuentra precisamente la lesión del manguito rotador.
Y como añade el especialista en la lesión de esta estructura del hombro:
“De los cuatro que lo forman, el tendón que más comúnmente se lesiona es el supraespinoso, pero se pueden lesionar varios tendones a la vez”.
Síntomas de la lesión del manguito rotador
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Las señales más habituales cuando hay una lesión en el manguito rotador son:
- Dolor en el hombro.
- Debilidad de la articulación.
- Reducción de la amplitud de movimiento.
- Puede incluso producir un deterioro evolutivo irreversible de la articulación del hombro.
Y es que, según el traumatólogo, “es de vital importancia diagnosticar y tratar a tiempo esta patología, ya que existe un amplio espectro de patrones de lesión, y las consecuencias de no aplicar el tratamiento adecuado pueden ser irreversibles”.
De hecho, la relevancia de esta patología no solo viene dada por su alta prevalencia (es la tercera lesión más frecuente del sistema musculoesquelético por detrás de la patología lumbar y de la rodilla), sino por la alta incapacidad funcional que supone a los pacientes con una limitación en sus actividades diarias, laborales y deportivas.
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¿Qué provoca esta lesión?
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Hay distintos factores que pueden causar una lesión del manguito rotador, uno de ellos es la edad.
Los datos de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología señalan que la incidencia de esta lesión aumenta con el paso de los años, y fecta a alrededor del 25% de las personas mayores de 60 años y al 50% de las que tienen más de 80.
Pero hay otras causas como:
- Una escasa vascularización de la estructura
- Alteraciones metabólicas
- Factores genéticos
- Traumatismos de repetición
- Sobreusos
- Pinzamientos
- Lesiones agudas…
Además, el especialista explica que “existen diferentes grados de complejidad, desde procesos inflamatorios y degenerativos (tendinosis) hasta roturas parciales, completas (pequeñas y grandes) y masivas, existiendo en cada caso una alternativa ideal de tratamiento.
Cómo se trata la lesión del manguito rotador
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En un primer momento, una vez diagnosticada la lesión mediante el examen físico o con alguna prueba de imagen, el tratamiento es conservador, es decir, ejercicios de rehabilitación realizados por un fisioterapeuta o infiltraciones.
Pero en algunos casos el paciente no responde a estas terapias y la cirugía se convierte en la última opción. Según el doctor Aguilar:
- “Se recomienda cirugía en los pacientes que tienen una rotura confirmada del manguito rotador mediante pruebas de imagen y que, además, tienen dolor y limitación funcional a pesar de haber intentado un tratamiento conservador”.
Sin embargo, no todas las lesiones ni los pacientes son iguales y la modalidad de tratamiento, ya sea dentro de las opciones quirúrgicas o conservadoras, puede variar en cada caso”.
¿En qué consiste una cirugía de hombro?
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El especialista en traumatología explica que la operación del manguito rotador se puede hacer de diferentes formas, aunque la artroscopia es la más utilizada.
Mediante ella, el médico revisa el interior del hombro con una pequeña cámara conectada a un monitor, llamada artroscopio, que se inserta a través de un pequeño orificio, para poder confirmar el diagnóstico pre-quirúrgico y seguir adelante con la intervención.
Mediante el artroscopio, el cirujano puede observar en detalle toda la articulación y constatar el estado del cartílago, los tendones y los ligamentos del hombro del paciente.
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“La artroscopia de hombro es una herramienta más que una técnica, que nos permite tratar de forma poco invasiva una amplia variedad de patologías de hombro. En el caso de las roturas del manguito rotador, somos capaces de fijar el tendón nuevamente al hueso por medio de suturas transóseas que no necesitan ser retiradas, pues se reabsorben”, explica el doctor Aguilar.