Acudir a una gasolinera a rellenar el depósito del vehículo es una actividad recurrente para todos los propietarios que no tienen un automóvil eléctrico, algunos de los cuales ya cuentan con estaciones de carga en casa.
Algunas veces, los empleados de las estaciones de servicio se encargan del repostaje, aunque también es muy habitual que el conductor sea el que tenga que servirse el carburante y solamente entra en contacto con el personal para pagar la gasolina o el diesel.
Sin embargo, esta práctica no está permitida por la normativa de la DGT, que indica que solamente el personal de servicio está autorizado para realizar el repostaje en aquellas gasolineras de instalación asistida.
De esta manera, la práctica del autoservicio solamente está permitida en aquellas estaciones sin personal. En caso de no cumplirse, la ley indica que la multa correspondiente es de 100 euros para el conductor.
El motivo se encuentra en la naturaleza de la gasolina, la cual es muy inflamable y podría conllevar un riesgo para las personas que no están cualificadas para manipularla.
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En España hay más de 12.000 gasolineras repartidas por todo el país, de las cuales más de la mitad ya son totalmente autónomas, por lo que no cuentan con personal.