A Luis Enrique se le multiplican los frentes abiertos. El asturiano está en todas las trincheras y con ganas de combatir. Los malos resultados cosechados por el Paris Saint-Germain en los últimos partidos han destapado la caja de los truenos en el Parque de los Príncipes. La situación en la Ligue 1 no es preocupante, con los parisinos dominando con holgura la clasificación y manteniéndose invictos. El momento es más peliagudo en la Champions League, donde los franceses están ahora mismo ubicados fuera de los puestos que darían acceso a la eliminatoria de dieciseisavos de final. En lontananza, una visita al Salzburgo que se prevé vital, pese a que los austríacos no están para echar muchos cohetes. Manchester City y Suttgart sellarán el futuro continental del PSG en esta remozada liga europea.
Crisis de resultados
Este bache de rendimiento ha agrietado algunas columnas en el vestuario de los capitalinos. Luis Enrique ya se las tuvo en el pasado con Kylian Mbappé y este curso su relación con Dembélé se ha deteriorado. El carácter duro y frecuentemente hosco del gijonés tampoco ha ayudado a limar asperezas, especialmente con una prensa que le responde con fuego cruzado cada vez que tiene la oportunidad. El último incendio lo provocó el documental que estrenó el entrenador español y en el que algunos futbolistas consideraron que quedaban malparados por la vehemencia y la energía con la que afronta Luis Enrique las charlas técnicas.
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Desavenencias con Luis Campos
Ahora, según informa el prestigioso ‘LÉquipe’, las llamas alcanzan a la zona noble de la entidad parisina. La buena sintonía que tenía con el director deportivo, Luis Campos, parece haberse deterioriado. El asturiano y el portugués estarían en discrepancia en algunos aspectos técnicos y de mercado, tal y como manifiesta la citada fuente. Hasta ahora, la relación de ambos era inmejorable y se vio aún más fortalecida a raíz de la salida de Mbappé del equipo. De hecho se decía que la renovación del técnico con el PSG estaba ligada a la continuidad de Campos, que acaba contrato este próximo 2025. Lucho tiene la confianza total de Al Khelaïfi, que siempre le ha defendido pública y privadamente. Sólo un descalabro en Champions cambiaría la opinión del magnate catarí, obsesionado con la ‘Orejona’ desde su desembarco en la Ciudad de la Luz.