Cuando peor pintaba el panorama, a la desesperada y con un jugador menos por la expulsión de Virgil Van Dijk, Países Bajos encontró oportunamente a Denzel Dumfries que, de cabeza, en una acción a balón parado, batió al inspirado Denes Disbusz y evitó la primera derrota en la Liga de Naciones de Países Bajos que obtuvo un empate contra Hungría (1-1).
[–>El gol del jugador del Inter sosegó al combinado de Ronald Koeman, negado con el acierto una y otra vez. El conjunto neerlandés queda segundo del Grupo 3 de la competición, con dos puntos de desventaja respecto a Alemania, que domina el cuarteto. Hungría sigue sin ganar. Estuvo cerca de lograrlo en la visita del cuadro oranje pero en el tramo final se le escapó un éxito que acarició desde que Roland Sallai, a la media hora, puso por delante al equipo.
Fue frustrante, en cualquier caso, el compromiso de la tercera jornada para los Países Bajos que se quedaron a medias en su partido contra el combinado húngaro que había sido goleado por Alemania (5-0) y que no pudo con Bosnia (0-0) en sus precedentes en este torneo. El desacierto dejó en evidencia la situación del equipo de Koeman que estableció un dominio casi absoluto pero inservible. Tijjani Reijnders fue el que más opciones dispuso pero no encontró el gol.
A pesar del acoso las oportunidades más claras, aunque escasas, eran del conjunto local que amenazó ya pasado el cuarto de hora cuando en una acción ensayada, un córner botado por Dominik Szoboszlai fue rematado desde la frontal por Roland Sallai que repelió el poste izquierdo de Bart Verbruggen.
Reijnders era la principal amenaza de Países Bajos. Lleno de talento el futbolista del Milan entendió el juego en el que estaba inmerso el duelo pero marró en los metros finales. Todo empeoró para Koeman en el 32, cuando Reijnders dejó arrebatarse la pelota y Hungría emprendió una rápida transición. Un pase de Zsolt Nagy encontró en el segundo palo a Sallai que, sin dejar caer el balón, batió a Verbruggen.
A partir de ese momento las ocasiones se acumularon en el área de Hungría. No aprovechó un libre indirecto dentro del área Países Bajos. Gakpo tiró y atajó Denes Dibusz. El meta creció cada minuto a partir de entonces.
Se agigantó el portero del Ferencvaros que evitó el gol en un remate de Stefan de Vrij y se salvó cuando Reijnders, a la hora de juego, solo, se enredó antes de disparar. A un cuarto de hora del final Ronald Koeman arriesgó. Efectuó un triple cambio y sacó al campo a Guus Til, Donyell Malen y Brian Brobbey.
Un centro medido de Gakpo fue rematado de cabeza sin acierto por Brian Brobbey. Todo pareció empeorar para el cuadro de Koeman en el 80, cuando Virgil Van Dijk dejó a su equipo con diez jugadores. El central del Liverpool vio dos tarjetas amarillas en cinco minutos. Y en el 80, al frenar un contraataque, hizo una entrada a Kevin Csoboth que le obligó a dejar el campo.
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Sin embargo, fue ahí cuando encontró el acierto. En una acción a balón parado. Una falta en la línea de tres cuartos ejecutada al área por Cody Gakpo y Denzel Dumfries, de cabeza, batió a Dibusz y estableció el empate definitivo.