Leyma Coruña pasó por encima del Bàsquet Girona en Fontajau (81-98) en un duelo de la undécima jornada de la Liga Endesa clave en la lucha por la salvación que deja contra las cuerdas al técnico local, Fotis Katsikaris, porque el equipo catalán, colista en solitario, firmó una primera mitad pésima (25-57) y lamentó la cuarta derrota consecutiva y la novena del curso.
El encuentro se presentaba como un examen final para el Girona y para Katsikaris y dejó el enésimo suspenso de un equipo que a día de hoy es un claro candidato al descenso. El Leyma Coruña, por su parte, dominó el partido de manera incontestable y cogió aire en la clasificación con su cuarta victoria para consolidarse fuera de las plazas de descenso, con Taylor (23 puntos y 31 de valoración, más seis asistencias), Lundqvist (16 y 22), Diagne (13 y 19) y Huskic (12 y 23, más 11 rebotes) como MVPs.
Iroegbu inauguró el marcador y Durham anotó el primer triple del partido (5-2), pero el Girona falló los otros siete que intentó en el primer cuarto. La mejoría duró dos minutos y el equipo pronto y la frustración reapareció en Fontajau, con un ambiente muy frío. Se pasó del 07-04 al 10-21 a los siete minutos, con un contundente parcial de 03-17 para establecer una máxima ventaja de once puntos.
Katsikaris dijo después de la derrota ante el MoraBanc Andorra (85-98) de hace dos semanas que el Girona había tirado el primer período por enésima vez con unos primeros diez minutos “lamentables” y el equipo volvió a las andadas contra el Coruña, absolutamente superior al cuadro local. Huskic cazó seis rebotes en el primer cuarto, con siete puntos de renta para el conjunto de Epifanio (16-21).
Fotis Katsikaris is located at the source of the river / EFE
Si el primer cuarto del Girona fue malo el segundo período ya fue directamente dramático, con un escandaloso parcial de 9-34 a favor del Coruña para colocar un increíble 25-57 al descanso. La diferencia del Coruña, hasta 32 puntos, superaba la anotación del equipo local. La afición silbaba con indignación. El cuadro gallego llegó al descanso con nueve anotadores y un 9-24 en rebote y un 3-13 en asistencias, tan ilustrativos. Taylor sumaba 18 puntos con un impoluto 4/4 en triples. El Girona, sin pulso, tenía un terrible 1/16 (6 %). No alcanzaba el 50 % ni en tiros libres. La diferencias eran abismales.
El Girona dio un paso adelante en la segunda mitad y se igualó el partido, pero ya era demasiado tarde para tener cualquier esperanza. Y el Coruña incluso aumentó su renta hasta los 33 puntos con un triple de Taylor y los 36 por obra de Lundqvist (34-70). A falta de 14 minutos los visitantes todavía doblaban a los locales en puntos, aunque el Girona maquilló el electrónico con un 12-0 y ganó el tercer período (48-72, 23-15).
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Con el duelo ya resuelto el equipo de Katsikaris recortó distancias hasta llegar a los 15 puntos (73-90), con Fjellerup (21), Susinskas (18) como máximos anotadores. El equipo se anotó la segunda parte por 56-41, pero su primera mitad fue una losa insalvable y además perdió por un golpe a Iroegbu, su jugador franquicia. El duelo de la semana que viene en casa del Río Breogán, penúltimo, será una nueva final para el Girona, con la incógnita de si será con Katsikaris en el banquillo o ya no.