No pierde de vista el trofeo que le acredita como campeón del mundo de MotoGP. Jorge Martín (San Sebastián de los Reyes, Madrid, 1998), ha compartido unos minutos de charla con SPORT días después de alzarse con su primer título en la categoría reina con la Ducati satélite de Pramac y comenzar su nueva aventura a lomos de la Aprilia en los test de Barcelona.
Asegura que el ‘ruído’ mediático que ha provocado el pulso entre los dos programas estrella de la televisión, el Hormiguero de Pablo Motos y La Revuelta de David Broncano, no le ha afectado ni ha ensombrecido su éxito deportivo.
Con lo que ha costado, después de esta temporada tan intensa ¿ya ha asimilado que es campeón?
Bueno, aún estoy intentado asimilarlo. Pero bueno, es que ha sido algo muy grande. Estoy muy contento. Es una lucha de muchos años para conseguir ponerle mi nombre a este trofeo, así que me siento muy feliz.
¿A nivel personal, cuánto ha cambiado el Jorge Martín que empezó en el Mundial al de ahora?
Hombre en tantos años sí que he cambiado mucho. Mi último año diría que no me ha cambiado nada la vida y de aquí a lo que me venga no me cambiará mucho. Pero cuando yo entré en el Mundial era un crío, vivía en casa de mis padres … a nivel personal han pasado muchas cosas en mi vida, pero soy el mismo chaval, solo que con más aprendizajes.
¿Qué lecciones le ha dado la vida?
Sufrí el mal de amores típico los 20 años, de pensar que aquello era el fin del mundo y luego ver que no lo era. A ahora en cambio estoy en una situación muy cómoda, las cosas me van bien, tengo una pareja y una familia increíble y no me falta de nada. Como profesional mi vida sí ha cambiado mucho estos últimos años. Siempre he intentado mantener esa esencia que me ha caracterizado de explosividad, de velocidad, pero este último año he trabajado más la mente. He intentado gestionar mejor ciertas emociones, pues cuando hay presión, cuando hay ansiedad, en situaciones difíciles, hay que saber correr con ellas y también disfrutarlas, porque es parte del proceso.
Trabaja con un psicólogo que ha sido fundamental para enfocarse en sus objetivos ¿Cree que por el hecho de hablar de ello abiertamente, algunos rivales podrían percibirlo como un signo de debilidad?
No creo. Incluso ahora me arrepiento de decirlo porque no quiero que ellos empiecen a trabajar más en ese aspecto. La idea le viene bien a cualquier persona, no solo a deportistas. Al final en el colegio no nos enseñan a a manejar nuestras emociones o cuando estamos tristes o contentos, y creo que es importante saber hacerlo.
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La celebración
Al festejar su título en Montmeló convertido en un robot humanoide dejó claro hasta que punto se identifica con su apodo, ‘Martinator’, ¿cómo planearon aquella sorpresa?
Yo no planeé nada, pensé que siendo el primer mundial de MotoGP la cosa se podía gafar. Entonces preferí no saber nada, ni del casco, ni de nada. Simplemente me dediqué a concentrarme en ganar el título. Y luego ya cuando llegué a la curva me explicaron un poco lo que tenía que hacer rápidamente y salió bien. Fue guay porque no había expectativas, era un poco a ver qué pasaba y fue mucho mejor de lo que me hubiese imaginado.
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¿De quién se acordó al cruzar la meta en el Circuit?
De mis padres, sobre todo antes de acabar la carrera, mientras corría. Y luego también mucho de mi chica, de mi abuelo que en paz descanse, de toda la gente que estaba ahí apoyándome, de mi equipo y mis amigos. Todo el mundo que me ha apoyado tiene un trozo de este Mundial.
¿Y cómo fue la celebración esa noche?
Pues larga, larga. Me me fisuré un poco el menisco interno de la rodilla. O sea que imagínate. Estuve 14 horas saltando, desde las de las cuatro hasta las seis de la madrugada, sin parar de celebrarlo. Muy contento.
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Hormigas y ciervos
Pregunta obligada: Después de la ‘revuelta’ de estos días, ¿con qué película se queda, Bambi o Ants? ¿Ciervos o Hormigas?
Pues con las dos, me gusta mucho el cine. Y me encantan los animales.
¿Siente que lo ocurrido con la disputa de los dos programas de televisión por tenerle en primicia ha arruinado en parte un momento que debía ser fantástico?
No, para nada. Al final intento llegar a todos los públicos. Creo que son dos audiencias completamente diferentes. Yo he ganado el Mundial, es decir, que lo que hago es disfrutarlo. Luego hay situaciones que no puedo controlar, que están fuera de mi alcance.
¿Le molesta que algunos le hayan responsabilizado o criticado por tomar partido cuando no fue usted el que decidió que se emitiera o no la entrevista? Broncano le descargó de toda culpa…
Bueno, entiendo las reacciones de la gente. Sean buenas o malas, a mí no me afectan, pueden opinar lo que quieran. Yo me centro en lo que puedo controlar, que es ir en moto. Está claro que mi caso ha sido la gota que ha colmado el vaso entre ellos, porque esto no viene de ahora ¿eh?. Es una pelea entre ellos y a mí me ha pillado por medio. Pero para nada va a ensombrecer una polémica de un día o dos un Mundial por el que llevo trabajando tantos años, así que estoy muy feliz. Tengo aquí cerquita la Copa, sólo quiero llevármela a casa y poca cosa más.
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Un nuevo Martín
Ha llegado a dos finales consecutivas: en 2023 perdió el título ante Pecco Bagnaia en la última carrera y en 2024 le ha superado pese a que el italiano ha ganado once grandes premios. ¿Qué ha marcado la diferencia este año?
La regularidad, sin duda. El año pasado fallé mucho más. Era muy rápido también, pero cometí más errores. Este año he sido capaz de reducirlos y eso me ha llevado a la victoria. Ser rápido en cada circuito y cometer menos errores ha sido clave.
Viene de una familia muy humilde y que ha hecho muchos sacrificios para que llegase al Mundial. ¿Qué le hace más feliz, ser campeón o poder recompensar a los suyos?
Bueno, yo creo que las dos cosas van juntas. Ganar este Mundial ha sido una recompensa a todo el trabajo y el esfuerzo. Ya lo fue incluso el año pasado siendo subcampeón, pero el hecho de ganarlo este año ha sido ya culminar el ciclo.
Se ha retirado su mejor amigo de la parrilla ¿qué ha significa para usted Aleix Espargaró y más viendo como se despidió en Barcelona, haciendo labor de gregario?
Aleix es mi hermano. Es curioso porque tengo una foto con él, que le pedí en 2013, siendo un crío y en estos años he pasado de ser su fan a acabar siendo su mejor amigo. Es un sentimiento y una relación muy, muy especial. Me ha ayudado mucho, no solo en el circuito, también en mi preparación y en general. Al final hemos construído un vínculo muy fuerte.
Hablemos de su nueva aventura en Aprilia ¿Qué sensaciones le dejó el primer test? ¿Cree que es una moto para optar a revalidar el título en 2025?
Bueno, veremos que pasa en el futuro. Es un proyecto muy nuevo. Tengo un reto muy grande por delante. Ahora está claro que no soy el favorito para el año que viene de partida, pero quién sabe. Igual empezamos y tenemos un buen feeling con la moto, quizás no sea así… Hay que esperar y luego ir creciendo poco a poco.
Siendo campeón, ¿le da aún más rabia no haber podido cerrar el círculo con Ducati? Que no el eligieran para el equipo oficial…
Si, me hubiese gustado, pero estoy feliz donde estoy y no creo que deba estar en otro sitio. Creo que las cosas pasan por algo y seguramente seré muy feliz en Aprilia.
Un pronóstico para 2025: ¿A qué pilotos podría en la quiniela por el título?
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Difícil. En el top tres pondría a Pecco y Márquez, muy cerca, y tercero me voy a poner a mí porque creo que es un objetivo complicado, pero realista que pueda estar en la lucha.