La Agenda 2030, un plan global adoptado por 193 países, busca enfrentar los grandes desafíos de nuestro tiempo, especialmente el medioambiente. Con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se promueve la idea de un futuro más justo y sostenible. La crisis climática exige acciones concretas: proteger nuestros ecosistemas, fomentar energías limpias y reducir la contaminación. Sin embargo, este cambio no solo depende de gobiernos, sino de cada uno de nosotros. Adoptar hábitos más sostenibles y cuidar nuestro entorno es vital para construir un mundo donde el desarrollo y la naturaleza coexistan en armonía.
Pues bien, una castellonense tuvo el privilegio de convertirse en la pionera del medioambiente en España. Se trata de Francisca Díaz Torres (Morella, 3 de marzo de 1911-Almería, 18 de marzo de 2014). Conocida popularmente como Doña Pakyta, esta mujer, de padres andaluces, pero nacida en la provincia de Castellón, pues su padre impartía justicia aquí, fue una empresaria turística reconocida por su defensa ecológica del parque natural de Cabo de Gata-Níjar.
El primer parque natural marítimo-terrestre de Andalucía y que además es el punto geográfico de más baja pluviometría de toda Europa, no sería lo que es hoy en la actualidad sin el buen hacer de Doña Pakyta. Francisca contrajo matrimonio con su marido José González Montoya a los 21 años y juntos pasaron a ser los mayores propietarios de terrenos en el Parque Cabo de Gata-Níjar, ya que de la familia de su marido heredó la finca El Romeral, de 3.500 hectáreas y 17 kilómetros de costa en esa zona, lo que dio origen al parque.
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La determinación y la firmeza de Francisca se hacen evidentes en la década de los 60, cuando el Estado intentó construir la Autovía del Mediterráneo atravesando su propiedad. En respuesta, el matrimonio González Díaz, en plena época del franquismo, no solo se opuso al proyecto, sino que también impulsó el desarrollo de la urbanización de San José, concebida de manera cuidadosa y respetuosa con la bahía, frenando así los intentos de una urbanización descontrolada.
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González Montoya falleció en 1976, pero eso no detuvo el trabajo de Doña Pakyta. Como presidenta de honor del grupo Playas y Cortijos, continuó velando por la protección del Parque. Implementó destacadas iniciativas empresariales y sostenibles, como convertir cortijos del siglo XVII en hoteles y establecer una fábrica de cuerda de crin vegetal en su propiedad. Por todo ello fue nombrada Hija Predilecta de Andalucía en 2010.