“Mazón me dijo: la situación iba yendo bien y se ha desbordado esta tarde”. La vicepresidenta Teresa Ribera echaba este vienes la vista atrás a la fatídica tarde del martes 29 de octubre para explicar que trató en varias ocasiones de contactar con el president Carlos Mazón. “La gente de la Confederación del Júcar se dió cuenta en esa reunión del Cecopi que estaban bloqueados y no estaban tomando las decisiones correctas, llamaron al secretario de Estado y me avisó”. Fue a la cuarta llamada cuando éste respondió. “Me dijo que me llamaba en diez minutos y como es lógico ya no lo hizo”, señalaba Ribera en la Cadena Ser.
Respondía así a las críticas del Partido Popular, en concreto de Esteban González Pons, sobre la actuación de la titular del Ministerio para la Transición Ecológica. Ribera intentó en varias ocasiones contactar con Mazón esa tarde, algo que logró finalmente a través del móvil de su jefe de Gabinete. “Estaban consternados”, describe ahora la ministra, refiriéndose a la reunión que en ese momento mantenía el Centro de Coordinación de Operaciones Integradas (Cecopi) en l’Eliana. Eran los minutos previos al envío de la alerta masiva a la ciudadanía, a las 20:12 horas, aunque ya era tarde.
Extraer lecciones
La vicepresidenta recuerda que estuvo en Bruselas el 29 de octubre, despachando asuntos de su designación como Vicepresidenta Ejecutiva y Comisaria, y asuntos del ministerio que dirige. “Trabajando y localizable”, insiste en respuesta a los ataques de González Pons. Respecto a las posibles negligencias de ese día, apuesta por la cautela. “Ya llegará el momento de eso” y defendió el papel de los organismos del Estado como la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de la Comunidad Valenciana, que ese día por la mañana ya había activado la alerta roja por fuertes precipitaciones. En la misma línea se expresó respecto a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ahora cuestionada por la Generalitat. “Creo que lo han hecho bien”, dijo, pero “hay que extraer lecciones”. “Analizaremos la manera de mejorar para generar alertas más eficaces y cómo podríamos haberlo hecho mejor”, incidía.
No generar descrédito hacia las instituciones
Ribera incidió en que desde el ejecutivo valenciano “no se puede generar descrédito hacia las instituciones”. La vicepresidenta, señalan desde su departamento, continuó dirigiendo las actuaciones del ministerio, pendiente de la evolución de la DANA y en contacto con con los otros ministerios alertados ante la situación. Además, participó telemáticamente en el comité de crisis que se constituyó esa misma noche del 29 y adelantó su regreso a Madrid en el primer vuelo disponible el miércoles 30 a las 7am y tuvo agenda pública ese día.
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Ribera justificó que el Gobierno no tomara las riendas de la crisis, defendiendo el funcionamiento del Estado autonómico, aunque cree que el problema es “quien asume el decir o que corresponde con la regla a decretar esa urgencia no es lo correcto”. “¿Al señor Mazón se le levanta esa competencia de buen funcionamiento de Estado autonómico una vez que ya está operativo ahí en el territorio, también acompañando a la Administración autonómica y a los funcionarios que están ya trabajando en el terreno?”, se pregunta, insistiendo que la cuestión “no es si funciona el Estado autonómico o no, sino “si funciona o no Mazón o si Feijóo está de acuerdo o no con lo que hace Mazón. Creo que es un problema interno”.