La oposición interna en el PSOE al concierto catalán amenaza con convertir el debate sobre financiación en la principal batalla ideológica del congreso federal. Conflictos orgánicos al margen, que se dilucidarán en los congresos regionales después del cónclave fijado entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre en Sevilla, la contestación de los territorios al pacto con ERC para la investidura de Salvador Illa es el principal boquete que afronta Ferraz. Para intentar contenerlo y aplacar el choque, Pedro Sánchez ha encargado a Guillermo Fernández Vara la propuesta sobre financiación en la ponencia del congreso, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.
El expresidente de la Junta de Extremadura y actual vicepresidente segundo de la Mesa del Senado trabaja junto a un grupo de expertos en la elaboración de esta parte de la ponencia para 41 congreso federal, que se trasladará para el debate en las federaciones el próximo 25 de octubre. La intención es tratar de consensuar previamente con los líderes territoriales del partido la propuesta que se lance desde la dirección federal. Se trata de la hoja de ruta estratégica e ideológica que guiará al PSOE en los próximos cuatro años.
Algunas federaciones tienen previsto compartir una propuesta antes de cerrarse la ponencia, mientras que otras están a la expectativa de conocer el texto final para elaborar sus enmiendas de cara al congreso federal. Desde los territorios más críticos avanzan que no renunciarán a marcar posición con su rechazo expreso a un concierto catalán. La elección de la figura de Fernández Vara tiene que ver con su capacidad para poder llegar a consensos entre los barones.
El expresidente socialista siempre destacó por mantener posiciones moderadas dentro del partido. Crítico ante los pactos con independentistas, formó parte de los sectores del partido más favorables a buscar puntos de encuentro con el PP. De hecho, en la legislatura que gobernó sin mayoría sacó adelante presupuestos tanto con el PP como con Podemos.
El encargo a Vara es ya de por sí un mensaje de Ferraz a los críticos. De que no se removerán los postulados clásicos del partido para encajar el acuerdo con ERC en financiación singular para Cataluña. Algo sobre lo que han alertado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el todavía líder de los socialistas en Aragón, Javier Lambán. Ante estos temores, Vara se erige como una garantía de moderación no solo en financiación, sino también en materia de federalismo.
Declaración de Granada
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El modelo federal y la financiación se prevén abordar conjuntamente en esta parte de la ponencia, a la que se le pretende restar protagonismo frente a asuntos como la vivienda o el combate a la ultraderecha. Sin elementos disruptivos, por tanto, y con la base ideológica en la que se vienen moviendo los socialistas desde la declaración de Granada auspiciada por Alfredo Pérez Rubalca en 2013, según fuentes socialistas.
Diferentes fuentes de las direcciones territoriales coinciden en señalar que todo apunta a una propuesta sobre financiación lo suficientemente ambigua y genérica para no generar rechazo. Limitada a cuestiones compartidas como la necesidad de impulsar un nuevo modelo de financiación autonómica, aumentar los recursos a las comunidades autónomas para financiar los servicios públicos y garantizar la solidaridad entre territorios.
Modelo de financiación
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“Reconocimiento de singularidades y solidaridad interterritorial” son los dos conceptos básicos que apuntan desde la dirección federal. Aunque evitan valorar la ponencia al estar en elaboración, sí avanzan que no asumirá el marco del cupo catalán. Se evitará caer en la retórica tanto de los independentistas como de la oposición, lo que volvería a incendiar el partido. En la ronda de contactos bilaterales de Pedro Sánchez con los presidentes autonómicos, Moncloa viene repitiendo el mantra de asociar una reforma del sistema de financiación al aumento de recursos a todos los territorios y al reconocimiento de sus singularidades.
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A la espera de la ponencia, el choque entre los territorios y Ferraz se ha ido suavizando, sin llegar a generarse un frente de oposición transversal. La vicepresidenta primera y número dos del PSOE, María Jesús Montero, rebajó hace unas semanas el pacto con ERC al recordar que está pendiente de desarrollarse y que por ahora solo está pactada la cesión del IRPF. A la inconcreción en el calendario se suman las dificultades en el Congreso para contar con las mayorías necesarias para llevar a cabo las reformas pertinentes.